Hayna Gutiérrez y Miguel Ángel Blanco en los roles protagónicos de “El lago de los cisnes” Por Leonardo Venta
(marzo, 2008)
El Ballet Clásico Cubano de Miami estrenó “El lago de los cisnes” los pasados días 23 y 24 de febrero en el Fillmore Miami Beach at the Jackie Gleason Theater, en dos funciones memorables que ratificaron el crecimiento en prestigio y calidad de esta compañía danzaria.
El sábado 23, Adiarys Almeida y Tara Domitro bailaron los roles protagónicos de este clásico de Chaikovski. Mientras el domingo 24, lo hicieron Hayna Gutiérrez y Miguel Ángel Blanco.
Taras Domitro, de 21 años, Hayna Gutiérrez, de 26, y Miguel Angel Blanco, de 24, son tres primeras figuras del Ballet Nacional de Cuba que desertaron el pasado mes de diciembre de 2007, durante una gira de la compañía cubana en Canadá, y solicitaron asilo político a autoridades estadounidenses.
Por su parte, Adiarys Almeida es también una bailarina cubana asilada hace varios años, que actualmente funge como primera bailarina del Ballet de Cincinnati.
Domitro es hijo de Magaly Suárez, codirectora artística del Ballet Clásico de Miami. Ambos estaban separados por años debido a las barreras políticas que existen entre Estados Unidos y Cuba. Por lo que la ocasión resultó sumamente emotiva.
La acogida de los espectadores fue estimulante. Al evento asistieron relevantes figuras de la comunidad del sur de Florida. Estuvo presente la alcaldesa de Miami Beach, Matti Herrera-Bower; la hija de Fidel Castro, Alina Fernández; así como numerosos periodistas y críticos de ballet.
Esta producción de “El lago” contó con el trabajo de un cuerpo de baile que no tiene nada que envidiarle a las mejores compañías a nivel internacional. La escenografía y el vestuario fueron enviados directamente de la famosa Ópera Ballet Santiago de Chile.
La presentación contó con el acompañamiento de la Orquesta Sinfónica Nacional de la República Dominicana, bajo la dirección de José Ramón Urbay, otrora conductor de la orquesta que acompañara al Ballet Nacional de Cuba.
Tanto la Almeida como la Gutiérrez, estuvieron soberbias en sus caracterizaciones de Odette y Odile. Almeida, un poco más arrebatada, muy al estilo osado de los bailarines cubanos, se afanó en hacer despliegue de portentos técnicos. La mayoría les salieron muy bien; sin embargo, no pudo terminar brillantemente la coda de los 32 foutées del cisne negro, en la que intercaló un sinnúmero de piruetas con cambios en la posición de los brazos, para realzar el virtuosismo de la ejecución.
Por su parte, Gutiérrez fue más precisa y técnicamente soberbia. Los famosos foutées fueron sin intercalar piruetas, a no ser en el cambio de tiempo intermedio de la música, pero la ejecución fue precisa y encentrada. Con las vaquitas, o saltos sobre las puntas, recorrió el escenario de lado a lado bajo los gritos eufóricos de los fanáticos.
Los partenaires de las bailarinas se desempeñaron a un nivel magistral. Blanco se veía muy clásico, muy príncipe. Domitro, lo mejor que hemos visto en largo tiempo, estuvo brillante. Sus extensiones, suavidad, salto, y cadencia al bailar convierten la ejecución en un verdadero agasajo para la vista. Aunque, por su juventud, todavía necesita madurar interpretativamente. Al menos, en el personaje de Sigfrido.
El Ballet Clásico Cubano de Miami triunfó en febrero de 2007 con el estreno de "Giselle", y vuelve a triunfar este 2008, con "El lago de los cisnes", otro grande del repertorio clásico. Para ellos nuestro más sincero aplauso.
Yo estuve en el espectaculo y captaste lo esencial del show.Buena reseña.
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