El pintor, poeta y actor, Raúl García Huerta
El pasado 6 de diciembre de 2009 se efectuó la develación del cuadro “El Titán de Bronce” del artista Raúl García Huerta, donado por éste a "La Unión Martí-Maceo" de Ybor City, una de las instituciones de herencia cubana más antiguas de Tampa.
Dicha develación formó parte de un emotivo acto conmemorativo de la caída en combate hace 113 años del mayor general del ejército independista cubano, Antonio Maceo, en el oriente de la isla, el 7 de diciembre de 1896, junto a su ayudante el capitán Francisco “Panchito” Gómez Toro.
La obra, un óleo sobre lienzo con un formato de 3 x 4 pies, se centra en la figura del héroe y no en su entorno, nos explicó el artista. Partiendo de esta premisa, el pintor se reunió con Manuel Mariñas, esposo de una descendiente de Maceo y conocedor de muchas anécdotas familiares del célebre personaje histórico, para acercarse más a la esencia del héroe.
En la elaboración del cuadro, el artífice utilizó cinco retratos de Maceo en cinco etapas de su vida. “El color verde del fondo – según declaró García Huerta al público reunido en el centenario centro – ayuda a destacar la calidad y calidez de la piel en los retratos”. Luego agregó: “La obra será colocada en un lugar visible para todos los visitantes”.
El fielmente detallado rostro del “Titán”, que proyecta una firme y entrañable mirada de infinitud, emerge en el cuadro desde un fondo en que los “Maceos” viñetas están tratados con brochazos esfumados, lo que ayuda a destacar los rasgos del rostro del protagonista. El cuadro fue pintado en 1996 y le tomó al artista un mes terminarlo.
En la década de los noventa, García Huerta donó al Centro Histórico Cultural Cubano de Tampa su obra “Martí, el hombre”, un retrato de tamaño natural del Apóstol de Cuba. “En el Martí utilicé la idea del tamaño natural y el fondo con viñetas de los lugares por donde pasó la vida”, expuso. “Para que fuera obra de conjunto, cada uno de mis alumnos pintó una viñeta. Yo realicé a Martí, el cielo y la tierra”, agregó. En el caso del cuadro de Maceo, de menor formato, confesó que “pintar a un hombre y representar toda su vida debe requerir un cuadro más amplio y con más elementos”.
El pasado 6 de diciembre de 2009 se efectuó la develación del cuadro “El Titán de Bronce” del artista Raúl García Huerta, donado por éste a "La Unión Martí-Maceo" de Ybor City, una de las instituciones de herencia cubana más antiguas de Tampa.
Dicha develación formó parte de un emotivo acto conmemorativo de la caída en combate hace 113 años del mayor general del ejército independista cubano, Antonio Maceo, en el oriente de la isla, el 7 de diciembre de 1896, junto a su ayudante el capitán Francisco “Panchito” Gómez Toro.
La obra, un óleo sobre lienzo con un formato de 3 x 4 pies, se centra en la figura del héroe y no en su entorno, nos explicó el artista. Partiendo de esta premisa, el pintor se reunió con Manuel Mariñas, esposo de una descendiente de Maceo y conocedor de muchas anécdotas familiares del célebre personaje histórico, para acercarse más a la esencia del héroe.
En la elaboración del cuadro, el artífice utilizó cinco retratos de Maceo en cinco etapas de su vida. “El color verde del fondo – según declaró García Huerta al público reunido en el centenario centro – ayuda a destacar la calidad y calidez de la piel en los retratos”. Luego agregó: “La obra será colocada en un lugar visible para todos los visitantes”.
El fielmente detallado rostro del “Titán”, que proyecta una firme y entrañable mirada de infinitud, emerge en el cuadro desde un fondo en que los “Maceos” viñetas están tratados con brochazos esfumados, lo que ayuda a destacar los rasgos del rostro del protagonista. El cuadro fue pintado en 1996 y le tomó al artista un mes terminarlo.
En la década de los noventa, García Huerta donó al Centro Histórico Cultural Cubano de Tampa su obra “Martí, el hombre”, un retrato de tamaño natural del Apóstol de Cuba. “En el Martí utilicé la idea del tamaño natural y el fondo con viñetas de los lugares por donde pasó la vida”, expuso. “Para que fuera obra de conjunto, cada uno de mis alumnos pintó una viñeta. Yo realicé a Martí, el cielo y la tierra”, agregó. En el caso del cuadro de Maceo, de menor formato, confesó que “pintar a un hombre y representar toda su vida debe requerir un cuadro más amplio y con más elementos”.
El artista también departió sobre la innovadora propuesta de “El Titán de Bronce”, proyecto que realizó esta vez sin la ayuda de colaboradores. “El Titán mira hacia la izquierda con la vista puesta en un plano más alto para vislumbrar el futuro. Generalmente las fotos del Titán lo presentan mirando hacia la derecha”, afirmó.
“Todos los seres humanos tenemos diferentes cada lado del rostro. Generalmente uno se retrata del lado que se ve mejor. Al cambiarlo hacia la izquierda lo que vez como mitad de la cara derecha es, en realidad, la mitad izquierda”, explicó.
“Eso produce a veces una sorpresa en el espectador, pues siempre ha visto esta mitad como la izquierda, y en este cuadro es el lado derecho. Puede producirse una disminución del parecido pero me animó lo chocante de la propuesta”, añadió.
Raúl García Huerta – habanero, exiliado, amigo de Tampa, magnánimo y fraterno, como su José Martí – es para el exilio cubano de esta ciudad, al decir del coronel Orlando Rodríguez, “un hombre de esos que tienen ese don divino de expresar sus sentimientos a través de la pintura, y a través de esos sentimientos extraordinarios presentar y honrar la historia y la cultura cubana a través del mundo”
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