Por Leonardo Venta
Dentro del
evento, hubo nueve sustanciosas jornadas
de documentales basados en la historia de notorias personalidades, desde la
serie de tres partes "Jeen-yuhs" –título que en la jerga urbana
estadounidense significa genial y creativo/inteligente–, dirigida por los
legendarios cineastas Coodie Simmons y Chike Ozah, que aborda la vida del
rapero Kanye West desde finales de la década de 1990 hasta la actualidad;
"The Princess" –realizada en su totalidad con imágenes de archivo y
sin un narrador– transporta a la audiencia al turbulento matrimonio de Diana
con el príncipe Carlos y examina la nociva persecución de los medios a la
llamada Princesa del pueblo. "Es como una tragedia de Shakespeare, pero
una que muchos de nosotros vivimos, e incluso participamos", ha declarado
el director Ed Perkins, nominado al Óscar 2019 en la categoría de mejor
documental corto por "Black Sheep (Oveja negra)", una realización que
denuncia la existencia de opresión racial en Gran Bretaña.
Otro muestrario
en honor a grandes personalidades es el filme "Lucy y Desi", dirigido
por la actriz, comediante, escritora, productora y directora estadounidense Amy
Poehler, el cual narra la historia de Lucille Ball y su esposo Desi Arnaz,
desde sus humildes comienzos en RKO, uno de los cinco grandes estudios de la
época dorada de Hollywood, hasta llegar a definir toda una era y un estilo
dentro del marco de la televisión de Estados Unidos. “Teníamos muchas ganas de
contar la historia de Lucy y Desi”, expresó Poehler en la sesión de preguntas y
respuestas posterior al estreno.
Por su parte, el
documental "Tenemos que hablar de Cosby", narrado y dirigido por Emmy
W. Kamau Bell –ganador de tres Emmy por su programa de CNN "United Shades
of America"–, explora problemas sociales complejos de la sociedad
estadounidense, especialmente relacionados con el racismo, ofreciendo una
mirada indagante y objetiva a la triunfante carrera y caída de Bill Cosby,
separando su valor artístico de su tumultuosa vida personal. “Soy un hijo de
Bill Cosby”, confiesa Bell, quien alega haberse criado admirando los programas
familiares creados y protagonizados por Cosby en una etapa en la que pocos
artistas negros sobresalían en la pequeña pantalla.
Otra selección
que tuvo su debut en el Sundace fue la comedia de humor negro “Emergency”,
realización de Carey Williams –sin buenas valoraciones de la crítica
especializada– que explora el racismo y el privilegio de los blancos en Estados
Unidos, a partir de una trama en que dos estudiantes negros y un latino acuden
en ayuda de una mujer blanca, lo que conlleva a un aumento de contingencias que
guardan en sí una denuncia al cacareado "trato discriminatorio" a las
llamadas minorías en la patria de Abraham Lincoln.
En sus
espiraciones de estreno, el Festival fue testigo del documental “La Guerra
Civil”, una producción de DAZN Originals dirigida por Eva Longoria, basado en
el combate de boxeo entre Oscar De La Hoya y Julio César Chávez, en 1996, y la
problemática de identidad que impuso entre mexicanos y estadounidenses de
ascendencia mexicana. “Esa pelea realmente dividió a la comunidad mexicana en
los Estados Unidos”, dijo Longoria. “Dividió los hogares”, agregó.
Merecedora del
gran premio del jurado en la sección internacional, "Utama (Nuestro
hogar)", una coproducción entre Alma Films (Bolivia), La Mayor Cine
(Uruguay) y Alfa Violet Productions (Francia), aborda la crisis climática y la
globalización apoyándose en el estoico amor que una pareja de ancianos quechuas
le profesa a su suelo, al decidir no abandonarlo a pesar de una intensa sequía.
“No podemos irnos porque nuestra tierra quedará silenciada”, es una de las
expresiones recogidas por el director Alejandro Loayza durante las sesiones del
rodaje en pueblos originarios, y que incorporara al guion de la cinta.
El principal
laurel del Festival correspondió al suspenso "Nanny", dirigido por
Nikyatu Jusu, la historia de una senegalesa que trabaja como niñera para una
familia neoyorquina, en su noble afan de ganar suficiente dinero para traer a
su hijo a Estados Unidos. "Quería colocar el foco en las mujeres que
típicamente son personajes secundarios en las historias de otras mujeres",
comentó Jusu, cuya familia es de Sierra Leona.
El intenso
documental del cineasta Shaunak Sen "All That Breathes (Todo lo que
respira)" –la única cinta india que fue seleccionada y proyectada en
Sundance este año–, se impuso en la categoría de documental mundial. A su vez,
la comedia dramática "Cha Cha Real Smooth", de Cooper Raiff,
conquistó la aprobación de la audiencia en el renglón concerniente al mejor
drama. El filme fue comprado por la plataforma de Apple TV+ durante el
festival, por 15 millones de dólares, hasta el momento el mayor acuerdo de
Sundance este año.
"The Exiles", una conmovedora realización que revisita la experiencia de los disidentes de la masacre de la Plaza de Tiananmen, en China, se alzó con el gran premio del jurado a la mejor obra dramática y documental; mientras que "Navalny", de Daniel Roher, basada en la experiencia del disidente ruso Alexei Navalny, fue honrada con el premio de la audiencia y elegida como la favorita del festival. "Quiero que cada ser humano en el planeta Tierra conozca el nombre de Alexei Navalny", dijo Roher. El público, al mismo tiempo, eligió el documental brasileño "The Territory" y el drama finlandés "Girl Picture" entre sus preferidos.
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