La imaginación ofrece a la razón, en sus horas de duda, las soluciones que ésta en vano sin su ayuda busca. Es la hembra de la inteligencia, sin cuyo consorcio no hay nada fecundo”.
José Martí

miércoles, 19 de junio de 2013

Edificando el puente La Habana-Tampa (I)

La visita a La Habana del notable concertino Jeffrey Multer respondió al proyecto de intercambio plurianual de la Orquesta de la Florida (TFO) y la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba (OSN). Foto: Thomas Bruce

Por Leonardo Venta

El concertino estadounidense Jeffrey Multer fue el principal atractivo del programa que ofreció la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba (OSN), el pasado 12 de mayo, Día de las Madres, en el Teatro Nacional de la cadenciosa isla caribeña. Multer, que ha labrado una sólida reputación en su trayectoria como músico, desempeña el puesto de primer violín de la Orquesta de la Florida (TFO) desde la temporada 2005/06.


La visita a La Habana del notable violinista respondió al proyecto de intercambio plurianual de la agrupación sinfónica floridana con la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, el cual comenzó en 2011, cuando un quinteto de músicos de viento de TFO interpretaron piezas de George Gershwin y otros cinco compositores en el Oratorio de San Felipe Neri, en la hechicera Habana Vieja.

A su vez, en mayo de 2012, el director titular de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, Enrique Pérez Mesa, se hizo cargo de la Orquesta de la Florida en conciertos ofrecidos en Tampa, St. Petersburg y Clearwater, en ese orden. En octubre y noviembre del mismo año, la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba se presentó en el histórico Círculo Cubano de Ybor City, junto a solistas de la Orquesta de la Florida, así como en el Mahaffey Theater de St. Petersburg.

Junto a Multer, esta vez viajaron a La Habana, Michael Pastreich, director ejecutivo (CEO, por sus siglas en inglés) de la Orquesta de la Florida, y Henry Adams, director adjunto de marketing y comunicaciones de dicho organismo, con el propósito de afianzar los lazos de reciprocidad entre ambas instituciones. De esta forma, la intervención del concertino como líder y solista con la OSN, y las clases magistrales que ofreciera en el Conservatorio Amadeo Roldán y el Instituto Superior de Arte (ISA, por sus siglas en español) ratificaron ese propósito.

El concierto del 12 de mayo, en su primera parte contó con piezas de Händel, Bartók y Bach. Multer, a la par que ejecutó el violín, guió a sus colegas cubanos desde su estrado musical, prescindiendo de los servicios de un director de orquesta, a la usanza de los conciertos barrocos del siglo XVII y primera mitad del XVIII, uno de los períodos históricos más revolucionarios en la historia de la música. En la segunda mitad del concierto, todos los oídos se aguzaron para escuchar las notas emanadas por el violín de Multer, quien en calidad de solista interpretó el “Concierto para violín en re menor, opus 47” (1903), de Sibelius, bajo la batuta de Enrique Pérez Mesa.

En tanto, Michael Pastreich se reunió con Enrique Pérez Mesa para planear la ejecución de otros movimientos de la solidaria sinfonía compuesta por ambas agrupaciones musicales. El próximo movimiento – "vivace e ritmico" – constituye una visita a la bahía de Tampa de cuatro percusionistas de la OSN, en marzo de 2014, los cuales colaborarán con los percusionistas de TFO al interpretar música cubana de cámara. Del mismo modo, los solistas antillanos ofrecerán clases magistrales de percusión y ritmos cubanos.

Henry Adams, que a pesar de ser estadounidense, habla un castellano admirable, sirvió en este viaje, entre otras valiosas funciones, de intérprete. Si bien, la institución sinfónica de la isla proveyó los valiosos servicios de Teresa Fernández – en palabras de Adams –, “una traductora e intérprete de primera categoría, una virtuosa del castellano, la cual facilitó la comunicación entre Multen y los músicos cubanos en los ensayos, las clases magistrales – impartidas a jóvenes violinistas con altas aspiraciones profesionales – y muchas otras actividades en las que intervinieron los huéspedes estadounidenses junto a sus colegas cubanos”. Si bien, el lenguaje universal de la música no requería de intermediarios bajo el armonioso firmamento de la solidaridad.

Continuaremos el recuento de este entrañable abrazo entre dos culturas vecinas, vinculadas por históricos lazos de hermandad, con anécdotas e impresiones en exclusiva de Jeffrey Multer, Henry Adams y Michael Pastreich.

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