La imaginación ofrece a la razón, en sus horas de duda, las soluciones que ésta en vano sin su ayuda busca. Es la hembra de la inteligencia, sin cuyo consorcio no hay nada fecundo”.
José Martí

domingo, 6 de septiembre de 2020

Entrevista a Arturo Sandoval, a raíz de uno de sus conciertos en Tampa

Por Leonardo Venta

La sala Ferguson del Tampa Bay Performing Arts Center será el escenario ideal para la presentación de Arturo Sandoval con su orquesta este sábado, 24 de mayo, a las 7:30 de la noche.

El concierto ha generado una gran expectación entre los admiradores del músico que vuelve a Tampa precedido de numerosos premios, reconocimientos y la reputación de ser uno de los mejores trompetistas del mundo.

Su maestría con la trompeta, su innegable destreza al piano y en la percusión, así como el desenfado de su personalidad en escena, son factores que le han coronado de gran popularidad.

En noviembre de 2000, el canal HBO presentó "Por Amor o Patria: La historia de Arturo Sandoval”, filme que cuenta con una excelente banda sonora, grabada por el mismo músico.

La cinta, cuyo protagonista es Andy García, aborda la conmovedora historia de Sandoval, sus vicisitudes en Cuba, su historia de amor, su decisivo encuentro con Dizzy Gillespie, y su consiguiente exilio en Estados Unidos.

“Yo fui consultor de la película. Trabajé en el guión y la música. Estuve todo el tiempo en la filmación para estar seguro de que la cinta iba de acuerdo con la realidad”, declaró Arturo Sandoval en entrevista reciente a este semanario.

Sandoval nació el 6 de noviembre de 1949 en Artemisa, un pueblo pequeño que discute su jurisdicción entre Pinar de Río y La Habana. “Cuando yo nací pertenecía a Pinar del Río, aunque en la actual distribución de las provincias pertenece a La Habana”, afirmó

“Yo empecé a estudiar música como a los diez años con señores de mi pueblo que me enseñaron un poco de lectura musical, solfeo y teoría. Ya a la edad de 11 años tocaba en fiestas locales”, agregó.

Sandoval estudió trompeta clásica en la Escuela Nacional de Artes de Cuba y a los 16 años consiguió un puesto en la renombrada Orquesta Nacional. Integró la Orquesta Cubana de Música Moderna. De allí se desprendió el grupo Los Irakeres, del cual fue uno de los co-fundadores.

Los Irakeres se convirtió en la agrupación de jazz más importante de Cuba en su momento, con integrantes como el saxofonista Paquito D'Rivera y el pianista Chucho Valdés. Muy pronto cobró fama internacional, y en su presentación en el Festival de Jazz de Newport en Nueva York, en 1978, el público estadounidense tuvo la oportunidad de ovacionar a sus integrantes por primera vez.

“Los Irakeres fue una etapa bien bonita de la vida musical de todos nosotros. Experimentamos con varios estilos y varias formas de hacer música, algo que fue muy bien recibido por el público, sobre todo en los setenta”, indicó Sandoval.

“To Diz with Love” es un emotivo tema en el que el trompetista caribeño rinde homenaje a la figura de Dizzy Gillespie, el maestro del ‘bebop’ y gran amante de la música afrocubana, a quien Sandoval considera su padre espiritual. Los dos músicos se conocieron en Cuba en 1977, y su amistad sólo fue estorbada por la muerte de Dizzy, en 1992.

Con la ayuda de Dizzy, "La trompeta de oro", epíteto con el que Sandoval es reconocido, consiguió abandonar Cuba en 1990, para radicarse en Miami con su familia. En 1991, grabó su primer disco en tierra de libertad: “Flight to Freedom”.

Al preguntársele, 17 años más tarde, cómo considera la idea de regresar a Cuba, respondió: “Primero tiene que haber un cambio radical. No es problema de cambiar un personaje. Tiene que cambiar el sistema”.

“En Cuba fui muy ultrajado, me sentí humillado muchísimas veces, me sentí completamente subestimado. La mayoría de los recuerdos que tengo de Cuba no son muy gratos. Por eso yo no participo de esa nostalgia de la que mucha gente habla. No, no, no. Yo no pertenezco al grupo de los nostálgicos. Pertenezco al grupo de los que somos felices en Estados Unidos”, agregó.

La prensa especializada coincide en darle el título de gran virtuoso de la trompeta a Sandoval. “Me he dedicado toda mi vida con mucho amor y entusiasmo a estudiar mi instrumento, me entrego con gran pasión y dedicación a la música”, indicó.

Sandoval mantiene una agenda muy ocupada. “Ayer regresé de Alaska, antes estuve en Nueva York. Pasado mañana voy a North Carolina, de allí voy a Los Ángeles por una semana, y así me mantengo viajando”, aseguró. Finalizado su concierto en Tampa, viajará a Canadá, República Dominicana y España.

Cuando le preguntamos si él es un adicto al trabajo, respondió: “No, yo creo que eso no se aplica a mí. Cuando estoy trabajando, que nosotros no le llamamos trabajar, yo le llamo ‘cuando estoy tocando’, para mí eso es un placer, es una bendición”.

Ha compuesto (e interpretado) varias bandas sonoras de cine tales como "La Familia Pérez" y "Los Reyes del Mambo”. Cultiva con igual maestría la música popular y la clásica. Ha tocado como artista invitado para diferentes orquestas sinfónicas de todo el mundo, así como ha impartido clases en talleres musicales a nivel internacional. “He trabajado por 19 años como profesor en la Universidad Internacional de Florida en Miami, en donde resido con mi familia”, dijo.

“Me presento con mi banda de seis músicos cubanos en el Tampa Bay Performing Arts Center, ofrezco un repertorio variado con música original mía, jazz tradicional y moderno, ‘latin jazz’, música cubana, bolero, de todo un poco”, agregó refiriéndose a su concierto de este sábado.

sábado, 5 de septiembre de 2020

Tristes son las calles de la vida

Edición gráfica: Carlos Rosillo para El País 


Por Orlando Venta 

 

Tristes son las calles de la vida,

muy tristes.

No podemos entender al hombre,

no podemos aliviar su suerte,

sólo Díos puede

aliviar nuestras cargas.

 

El hombre no puede entender al hombre,

no podemos vaciar sus bolsillos

para atenuar el hambre de los pobres,

sólo ofrecer nuestra riqueza

a Dios,

sólo llorar por los que no pueden llorar,

y ser felices por los que no pueden ser felices,

agregar un asiento a nuestra mesa,

y pedir al Señor que el necesitado lo ocupe.

 

El hombre, pobre hombre abatido,

no sabe ofrecer lo que no tiene,

no sabe compartir,

tiene miedo de dar y no recibir nada a cambio.

 

Debemos pensar qué podemos

hacer para que otros lo hagan,

sólo hay que creer,

confiar en lo que está hecho

y servirá mañana

declarar en silencio las palabras

que sólo Dios escucha

para que Díos haga.

 

Esta noche duerme en la paz

del Señor.

Él reconfortará tu alma

y la mía.

El tendrá misericordia

y multiplicará los panes y los peces,

y convertirá el agua en vino

y andará sobre las olas

y levantará al caído.

Esta noche el Señor pondrá suerte,

sanará al enfermo

y cuidará tu sueño.

 

Esta noche, y no la otra,

seremos llenos de su poder

y declararemos victoria

No estés más triste,

Él te ama con un amor infinito.