La imaginación ofrece a la razón, en sus horas de duda, las soluciones que ésta en vano sin su ayuda busca. Es la hembra de la inteligencia, sin cuyo consorcio no hay nada fecundo”.
José Martí

sábado, 16 de octubre de 2010

Una nueva casa para Dalí


Por Leonardo Venta

La prestigiosa firma HOK, condecorada en tres ocasiones con el Honor Award, el máximo reconocimiento al diseño arquitectónico en Estados Unidos, y Beck Group han diseñado un nuevo museo de tres plantas por el monto de $30 millones para albergar las obras de Salvador Dalí que abrirá sus puertas al público el 1° de enero del año entrante.

Localizado en el litoral del centro de San Petersburgo, y ubicado a sólo 30 minutos de Tampa, el Museo Salvador Dalí posee la colección de óleos, esculturas, objetos de arte y dibujos más grande e importante de este pintor en Estados Unidos.

La arquitectura de su nueva morada, en afinidad con el carácter surrealista de quien le da nombre, funde lo clásico con lo fantástico, e incorpora elementos que protegen la edificación de los múltiples embates de huracanes, hasta de categoría 5 y vientos de hasta 266 km./hr, que fustigan al estado de Florida.


Las obras de arte estarán por encima del plano de inundaciones, guarecidas por potentes muros de 46 cm de concreto. Una joya arquitectónica en sí, el museo posee un resistente vidrio triangulado, “Enigma”, que sugiere el contraste entre la consciencia, dalisiana, y el mundo exterior.

A excepción de los museos que se encuentran en España, la colección de este centro es la más extensa en obras originales de Dalí. Incluye 95 de sus pinturas, más de 100 acuarelas y dibujos suyos, 1300 gráficas, fotografías, esculturas, objetos de arte de su creación, así como una extensa librería.

La flamante tecnología del siglo XXI, apoyada en el análisis computacional y la digitalización, ha conseguido recrear la ilusión del fluido de los líquidos de la naturaleza en estructuras sumamente vigorosas que particularizan este nuevo alojamiento para las criaturas dalisianas. Es la primera ocasión que se emplea este tipo de geometrías geodésicas en Estados Unidos.

El museo consta además de una escalera en espiral inspirada en la fascinación de Dalí por el ADN, el gusto por las simetrías (que nos evoca los anaqueles de la Biblioteca de Babel borgiana), y la sucesión de números Fibonacci, en la que cada término es igual a la suma de los dos términos precedentes.

La singular escalera que comunica la planta baja y el tercer piso, como un resorte tensionado, tiene peldaños elevados que emergen excediendo lo real a lo irracional, suspendidamente, en una asombrosa y desafiante curva.

El Salvador Dalí posee una colección valorada en 500 millones de dólares y recibe un promedio anual de 200 000 visitantes, y seguramente, cuando estrene su nuevo domicilio, dichas cifras se multiplicarán astronómicamente.

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