La imaginación ofrece a la razón, en sus horas de duda, las soluciones que ésta en vano sin su ayuda busca. Es la hembra de la inteligencia, sin cuyo consorcio no hay nada fecundo”.
José Martí

jueves, 1 de septiembre de 2016

A los 53 años de la muerte de George Braque

George Braque en su estudio pintando "L'Echo" (1954)
El  miércoles, 31 de agosto de 2016 se cumplió el quincuagésimo tercer aniversario de la desaparición física en París, a la edad de 81 años, del pintor francés George Braque, considerado junto con Pablo Picasso fundador del cubismo, movimiento precursor de la abstracción y la subjetividad artística, a partir del principio del postimpresionista Paul Cézanne de que “todas las formas de la naturaleza parten de la esfera, el cono y el cilindro”.
            Braque incursionó diferentes estilos y tendencias durante su fructífera y extensa producción artística. Hacia 1905, asimiló a los fauvistas, quienes rechazaban los tonos naturalistas del impresionismo, proyectándose hacia los colores violentos, que proyectan la subjetividad y la libertad expresiva del artista, que iniciaron los postimpresionistas Paul Gauguin y Vincent van Gogh. El fauvismo trastornó el concepto del color en el arte contemporáneo, empleando matices puros y brillantes en composiciones cuyos elementos se disgregan del centro teórico, hasta llegar a excluirlo en parte de la representación.  
            En 1908, se adentra en las distorsiones y matices inusitados que caracterizan la obra de Paul Cézanne, fusión de los componentes básicos de representación y expresividad. Es así como Braque, sin proponérselo, funda un nuevo estilo que luego sería conocido como cubismo. Rechazando la perspectiva y el movimiento, trabajó en formas geométricas semejantes a cubos (o prismas rectangulares) mientras se valía del sombreado para reducir el volumen, con lo que otorgaba a los cuerpos una apariencia igualmente plana y tridimensional. Las formas cobran relevancia, por lo que el color pasa a un plano secundario.
            Existen diferentes fases en el cubismo de Braque, quien trabajó este movimiento artístico en estrecha colaboración con Picasso, conformando recursos estilísticos y temas similares. Durante la primera mitad de 1908, ambos artistas se veían casi diariamente. "Casi todas las tardes o bien iba yo al estudio de Braque o bien él venía al mío. Sencillamente, cada uno de nosotros tenía que ver lo que el otro había hecho durante el día", dijo el pintor malagueño refiriéndose a su experiencia con el galo. Sin embargo, Picasso, en mi opinión, asume una conducta similar a la de Rubén Darío en relación a su obra Azul y el modernismo, al autoproclamarse fundador del cubismo, reclamando además el patrimonio de la concepción del collage, que bien le pertenece a Braque. “Cuarenta años después del surgimiento del cubismo, Picasso no quiso dejarle nada a Braque, ni el cubismo analítico ni el cubismo sintético”, ha señalado el crítico de arte parisiense Olivier Cena.
            Al comienzo de su experimentación cubista, Braque creaba a base de cubos superficies superpuestas y planos angulares, empleando escasos grados de coloración. De esa forma se adentró en el "cubismo analítico", cuya descomposición de objetos de colores preferiblemente grises, marrones, verdes y amarillos, o diferentes tonalidades de un mismo color, los lleva a ser irreconocibles. "Violín y jarra" (1910, Kunstmuseum, Basilea), pertenece a esta etapa. 
"Violín y jarra" (1910, Kunstmuseum, Basilea), pertenece a la etapa del "cubismo analítico"
Ulteriormente, desarrolla el "cubismo sintético", en otros términos, un signo que significaba el objeto en lugar de imitarlo, valiéndose de la trasposición de los efectos del collage a la pintura al óleo, e introduciendo colores algo más brillantes.            
            La osmosis Braque-Picasso se deshizo definitivamente en 1914, cuando el artista galo se sumó a las filas del ejército de su país. Braque fue herido de gravedad en la cabeza durante la Primera Guerra Mundial y en 1917, después de una prolongada convalecencia, restableció su carrera artística. A partir de esa fecha, emprendió un nuevo estilo, que a pesar de seguir siendo cubista, se torna más personal, más contemplativo, con colores más enérgicos, mayor aprovechamiento de la textura como elemento configurador de la expresividad y la reaparición de la figura humana.
            El primer artista vivo en haber expuesto en el Museo del Louvre de París tenía un gusto especial por la naturaleza muerta. "En la naturaleza muerta, el espacio es táctil, incluso manual, mientras que el espacio del paisaje es un espacio visual", afirmaba. Asimismo, creó la técnica del "papier collé" en collages (utilizando papeles de periódico, de embalaje, o de imitación de madera o mármol), además fue pionero en el empleo de las letras y los números en sus composiciones. En la esquina superior derecha de "Le Portugais", obra de 1911, aparecen por primera vez las letras "D BAL" y una serie de números bajo ellas.

"Le Portugais", 1911
Georges Braque reta al espectador a ejercitar el pensamiento crítico; lo incita a formular diversas propuestas a partir de las múltiples perspectivas que subyacen en sus trabajos. He ahí en parte su genialidad. 

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