La imaginación ofrece a la razón, en sus horas de duda, las soluciones que ésta en vano sin su ayuda busca. Es la hembra de la inteligencia, sin cuyo consorcio no hay nada fecundo”.
José Martí

viernes, 29 de abril de 2016

La "Giselle" del Next Generation Ballet: un anhelo sobre puntas (I)



Por Leonardo Venta

Next Generation Ballet (NGB), que opera en Tampa bajo la dirección artística de Philip Neal y la maître de ballet Ivonne Lemus, estrenará “Giselle”, el más representativo de los ballets románticos, los próximos días 6 y 7 de mayo en la sala Ferguson del Straz Center, con tres funciones que patentizan el crecimiento en prestigio y calidad de esta compañía de danza clásica.
     El rol de Giselle será asumido por Ellie Borick (viernes) y Julia Meister (la noche del sábado), quienes compartirán el partenaire Dominiq Luckie. En tanto, Florrie Geller y Dylan Mc Intyre transmitirán la magia de Giselle y Albrecht la matinée sabatina. Juliette Jones (las veladas del viernes y el sábado) y Savannah Payne (el sábado por la tarde) interpretarán el papel de la Reina de las Willis. En las tres representaciones actuarán Néstor García, como Hilarión, el guardabosque cuyo amor es rechazado por Giselle; Svetlana Datseva en el personaje de Berthe, la madre de la protagonista; Matthew Belopavlovich encarnará al duque de Courtland. Las funciones regulares comenzarán a las 7 p.m., la matinée a las 2 de la tarde.
     Concebido por el poeta Théophile Gautier, el argumento de "Giselle" se inspira en las Lettres de l’Allemagne (Cartas de Alemania) de Heinrich Heine, del siglo XIX, cuya obra poética, henchida de referencias míticas y paisajes fantásticos, sustentó la imaginación creativa del libretista Saint George, así como la de los coreógrafos Coralli y Perrot, y, finalmente, conllevó a la revisión de Marius Petipa. El montaje para NGB realizado por Ivonne Lemus, formada en el Ballet Nacional de Cuba, constituye un reto, entre numerosas razones, porque no existe rol femenino más difícil de interpretar en el vasto repertorio del ballet.
     En la heroína se combinan los dos grandes tipos de bailarinas. En el primer acto, es la campesina terrenal. Sin embargo, desprende un implícito presagio sideral desde el fondo de esa caracterización tan francamente humana. A su vez, tiene que hacer gala de una férrea técnica clásica y un variado prisma de emociones. Atraviesa sentimientos que van desde el amor ingenuo y la dicha compartida a la desilusión, la impotencia, la locura y la muerte.
     En el segundo acto, se transforma en un espíritu alado para perfeccionar la más sublime poesía de la danza. Según el ya fallecido Arnold Haskell, uno de los críticos más substanciales de la danza clásica, existe un fuerte lazo dramático entre el primer y el segundo acto. Giselle, transformada en espectro de los bosques, o willis, supera los obstáculos que le tiende el desamor y la muerte, pero, al mismo tiempo, se debate entre su nueva naturaleza espectral, sujeta a las exigencias de Myrta, la vengativa Reina de las willis, y su inmenso amor por el príncipe Albrecht.
     Calificada de "Escuela Sobresaliente" en 2016 por Youth America Grand Prix, NGB está comprometida con los jóvenes bailarines que abriga en el ascenso de su formación artística y profesional, a través de la instrucción y el entrenamiento especializado. Toda gran labor requiere de un esfuerzo grupal. Lemus, a pesar de su entrañable protagonismo en el montaje de esta obra maestra de la danza universal, no ha estado sola en la preparación del mismo. El ballet master Julio Montano ha contribuido con decisiva entusiasta regularidad a este proyecto. En tanto, a principios de este abril que se nos disipa, la célebre bailarina Xiomara Reyes, que se despidiera del American Ballet Theatre el 27 de mayo de 2015, precisamente con Giselle, su “primer amor”, estuvo una semana en Tampa, junto a su esposo Rinat Imaev, para asesorar el trabajo de los bailarines.
     En este espacio, he recogido impresiones de Ivonne Lemus, alma de este anhelo sobre puntas, así como de Xiomara Reyes y Néstor García, todos formados como bailarines en la Mayor de las Antillas, suelo signado por el talento natural para la música y la danza.

Néstor García, ¿cuál ha sido tu experiencia como Hilarión en el ballet "Giselle"?

Mi Hilarión ha atravesado tres etapas: la primera es la versión de Alicia Alonso para el Ballet Nacional de Cuba. Este Hilarión es bruto, agresivo, inmiscuido y con un gran sentido de pertenencia hacia Giselle. Después tuve la oportunidad de hacerlo en versión de José Antonio Chávez para el Ballet de Camaguey. En esa ocasión el personaje se me presentó, con la ayuda del maestro Fernando Alonso, como alguien que quiere hacer el bien y descubrir al farsante que está tratando de robarle su amor. La tercera etapa viene después de salir de Cuba y tener un entendimiento mucho más profundo del personaje. En esta caracterización, la rudeza es dada por su trabajo como guardabosques y la falta de educación de un hombre común, no por su carácter hostil. El personaje pasa por varias etapas, desde la persona que no entiende quién es este muchacho que está coqueteando con Giselle, hasta el momento en que, cegado por la rabia que le ocasiona el desprecio amoroso, ataca a Albrecht cuchillo en mano. El Hilarión de esta última etapa tiene muchos más matices. La experiencia de Xiomara Reyes y su esposo Rinat Imaev nos nutrió a todos de diferentes puntos de vistas y nuevas formas, más eficientes, para afrontar los retos que nos dictan los personajes de "Giselle".

¿Qué significa para ti representar a un Hilarión más humanizado?

Esta vez tengo la oportunidad de hacer un personaje más real, que reacciona de forma mas creíble a las cosas que le pasan, en vez de estar siempre enojado sin razón aparente. Eso lo hace un personaje más rico histriónicamente e interesante a la hora de interpretarlo.

Néstor, recordamos tu exitosa caracterización del doctor Coppélius con NGB el año pasado. ¿Tienes alguna predilección entre Hilarión y Dr. Coppélius?

Sin duda hay una especie de equilibrio entre Dr. Coppélius e Hilarión, en relación a mi preferencia. Los dos tienen matices muy fuertes en cuanto a actuación. Amor, desengaño e ira son comunes a ambos. Sin embargo, al hacer el personaje de Hilarión tengo la oportunidad de bailar y hacer algunos saltos en el segundo acto, lo cual es siempre gratificante.
(concluirá la semana próxima con los comentarios de Ivonne Lemus y Xiomara Reyes)

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