La imaginación ofrece a la razón, en sus horas de duda, las soluciones que ésta en vano sin su ayuda busca. Es la hembra de la inteligencia, sin cuyo consorcio no hay nada fecundo”.
José Martí

miércoles, 7 de noviembre de 2012

“Hamlet, Príncipe de Cuba”


A la izquierda, Frankie J. Álvarez, un Hamlet cubanoamericano; Gisela Chípe, Ofelia; y Andhy Méndez, el Laertes cubano de la pieza shakesperiana.
Por Leonardo Venta

La première en español de “Hamlet, Príncipe de Cuba”, adaptada y dirigida por Michael Donald Edwards y con traducción al español por Nilo Cruz - ganador del premio Pulitzer 2003 –, los días jueves 3 y sábado 5 de mayo, a las 8 y 2 p. m., respectivamente, en el teatro Mertz de Sarasota, ha despertado el interés de los amantes de las artes escénicas en todo el estado de Florida.
Con la recreación de una de las tragedias más representadas de William Shakespeare, Donald Edwards envía un mensaje revelador de nuevas perspectivas, al mismo tiempo que mantiene intacta la esencia de la historia original. Temas tan tradicionales como la búsqueda del sentido de la vida cobran aliento en esta puesta. La ambivalencia entre vivir, dormir, soñar o morir, diserta el caos del alma, rebasando un marco intemporal y universal.

La acción shakesperiana, transpolada a la Cuba decimonónica, narra cómo el espíritu del príncipe Hamlet, luego de la muerte de su padre, desfallece, para luego estallar en un torbellino avasallador al descubrir que fue asesinado por su tío, quien anhelaba quedarse con la corona y su esposa Gertrudis (madre de Hamlet).

El afligido príncipe es tildado de loco. Mas, ¿es realmente locura la fiebre que le abrasa? La carga íntima que destila en sus célebres monólogos espolea la de los espectadores. Al vaivén de sus admoniciones, de su hondura reflexiva, cínica y pesimista, dudamos junto a él, cuestionamos la moral, lo prohibitivo, lo osado, lo transgresivo, la disyuntiva entre la deslealtad o la fidelidad, la justicia o la injusticia, la razón o la locura, la venganza o el perdón, el destino o el azar, la virtud o la perversidad, la responsabilidad o la libertad; incluso, calamos la espeluznante
 implícita presencia de la muerte.

Nilo Cruz tradujo especialmente para este audaz proyecto el clásico shakesperiano. "A medida que empecé a traducir Hamlet, no sólo me interesé en descifrar el lenguaje de Shakespeare y discernir la verdad en el ámbito de sus ideas, sino también en transmitir la seducción de sus palabras y honrarlo en la obra, al despertar emociones complejas y peligrosas que habitan en lo más profundo de la psique humana. En esta versión de Hamlet… el 'lenguaje académico' ha sido reemplazado por un lirismo tempestuoso con el que bien puede identificarse el espectador latino”, ha declarado el Premio Pulitzer.

“Cruz viajó expresamente a Sarasota para la función de apertura en inglés, en calidad de espectador y colaborador. Colaboró en el sentido de eliminar los elementos superfluos que no tenían nada que ver con lo que realmente la producción perseguía. Las dos primeras semanas de ensayo los actores nos reunimos para discutir la obra, emitir opiniones. En el proceso de ese experimento sugerimos agregar líneas que considerábamos necesarias. En su visita, Nilo se percató de que la obra que Michael había adaptado era algo diferente a lo que él originalmente había concebido. Una semana después del estreno recibimos otro libreto, con modificaciones realizadas por Nilo, que consideraba, nuestras sugerencias. En realidad, fue un trabajo colectivo de los actores, el director Michael Donald Edwards y Nilo Cruz”, expresó Andhy Méndez, el Laertes de la pieza teatral, en entrevista exclusiva concedida a esta publicación.

Méndez, graduado del Conservatorio de Artes Dramáticas de Nueva York, confesó sentirse sumamente satisfecho con este proyecto: “Es una bendición, como cubano, como actor, como hispano. Hacer Shakespeare a mi edad es un privilegio. No sólo hacerlo en lengua inglesa sino también en castellano, llevar una producción de ese calibre a una audiencia que nunca ha disfrutado de una obra shakesperiana en otro lenguaje.”

El reparto, encabezado por el ganador del premio como Mejor Actor en el Festival de Teatro Internacional de NYC Midtown 2010, Frankie J. Álvarez, un sugestivo Hamlet, lo completan Gisela Chípe, como Ofelia; Emilio Delgado, en el rol del rey Claudius; así como la actriz Mercedes Herrero en el papel de Gertrude. “Hamlet, Príncipe de Cuba” enarbola todas las credenciales para convertirse en la mejor puesta en escena dramática en nuestra área este 2012. Se presentará también en Miami.


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