La imaginación ofrece a la razón, en sus horas de duda, las soluciones que ésta en vano sin su ayuda busca. Es la hembra de la inteligencia, sin cuyo consorcio no hay nada fecundo”.
José Martí

sábado, 23 de octubre de 2010

El Ballet está de fiesta en La Habana


Por Leonardo Venta

Este jueves, 28 de octubre de 2010, comienza el XXII Festival Internacional de Ballet de La Habana, con una gran gala en el García Lorca, que cuenta con el estreno en la Isla del documental "Alicia Alonso. Para que Giselle no muera".

El material fílmico, transmitido como parte de la serie "Imprescindibles", de Televisión Española, rescata segmentos de actuaciones de la legendaria bailarina, materiales históricos, declaraciones de artistas e intelectuales, y un poema de Eliseo Diego, musicalizado e interpretado por Martha Valdés, Premio Nacional de Música.

Los teatros más importantes de la capital cubana presenciarán el estreno de doce coreografías en esta magna celebración danzaria. La Alonso sorprende nuevamente en el nonagésimo aniversario de su natalicio (en qué no habría de asombrarnos), al estrenar para esta ocasión tres obras de su autoría: “Impromptu", dedicada al inmortal Ernesto Lecuona; “La muerte de Narciso", basada en el poema homónimo de José Lezama Lima, uno de los escritores más significativos de la literatura hispanoamericana; y "La noche del eclipse", un pas de deux que recrea la decimonónica pasión amorosa entre la poetisa Juana Borrero y el también poeta Carlos Pío Urbach.

El American Ballet Theatre (ABT), compañía muy vinculada a la vida artística de Alicia Alonso, se presenta en Cuba después de 50 años de ausencia. “Alicia es parte de nuestro pasado, y seguirá siendo parte de nuestra familia. Hay lazos especiales con el Ballet Nacional de Cuba”, expresó Rachel Moore, director ejecutivo del ABT.

Dos primeras figuras del ABT formadas en Cuba: José Manuel Carreño, de 42 años, quien anunció el pasado año en Tokio su retiro para 2011; y Xiomara Reyes, que bailará en su Cuba después de 18 años, brindarán suma emotividad a las presentaciones en La Habana de la compañía de ballet estadounidense, con sede en la Metropolitan Opera House del Centro Lincoln de Artes escénicas de Nueva York.

El programa del ABT en el Festival comprende: “Temas y Variaciones”, de George Balanchine; “Las Siete Sonatas”, de Alexei Ratmansky, y “Fancy Free”, de Jerome Robbins. Además, alentarán aplausos cubanos, figuras del New York City Ballet, del English National Ballet, de la Compañía Nacional de Danza de España, del Ballet de Munich, del Teatro Colón de Buenos Aires, del Teatro Teresa Carreño de Venezuela, y de la Ópera de Berlín, con su director Vladimir Malakhov.

Los apasionados conocedores del arte de las puntas podrán disfrutar de estrellas cubanas residentes en la Isla – como Viengsay Valdés, admirada en los más importantes escenarios del mundo –, figuras extranjeras de primerísima clase, entre otras, la española Tamara Rojo, Premio Príncipe de Asturias, y la brasilera Roberta Márquez, ambas, primeras bailarinas del Royal Ballet de Londres.

El bailaor español "El Pipa" estrenará con el Ballet Nacional de Cuba su coreografía “Amor brujo'', música de Manuel de Falla, en la primera incursión del bailaor en el reino de las puntas con su usual atuendo flamenco.

Julio Bocca, quien bailó por última vez en Cuba en 2006 con su espectáculo "Bocca Tango", un año antes de retirarse ante cientos de miles de admiradores frente al Obelisco de Buenos Aires, estará en La Habana como recién estrenado director del Ballet Nacional del Sodre (Uruguay), que presentará "Nuestros Valses", una pieza del coreógrafo y bailarín venezolano Vicente Nebrada (1930-2002), con música de la caraqueña María Teresa Carreño.

El programa de la gran fiesta danzaria también incluye galas dedicadas a los centenarios de Galina Ulanova, la primera prima ballerina assoluta de Rusia y de Lezama Lima, así como un homenaje al bailarín y ex director artístico del Ballet del Teatro Bolshói, Vladimir Vasiliev, que en 1980, dentro del marco del VII Festival de Ballet de La Habana acompañó a la Alonso en una memorable “Giselle”.



sábado, 16 de octubre de 2010

El estudio de un gran joven pintor: César Santos

El espejo del espejo


Por Leonardo Venta

“Dalí de espaldas pintando a Gala de espaldas eternizada por seis córneas virtuales provisionalmente reflejadas por seis espejos verdaderos"(1972-1973), es el desconcertante título del óleo sobre lienzo en que Salvador Dalí y su musa-modelo aparecen en planos sucesivos emulando con “Las Meninas”, en que Velázquez se integra a su obra en el acto de pintar, mientras la imagen de los reyes se proyecta desde un espejo.



El "mundo al revés" creado por Lewis Carroll en Alicia en el país de las maravillas (1865), y su continuación, en 1872, A través del espejo y lo que Alicia encontró allí, se apoya en la propuesta del cristal azogado que refleja una imagen invertida de quien se contempla en él, y donde, al mismo tiempo, se funden la realidad y la ficción.

No cabe duda que contemplarse, o contemplar algo o alguien, en el espejo es un ejercicio sumamente frecuentado. Para Caroll, el espejo es la manera de inspeccionar el lado oscuro del hombre. Para Jorge Luis Borges, es la forma de ingresar a un cosmos fantástico, hacia adentro, que sus nublados ojos no alcanzan vislumbrar en un mundo manifiesto.

El espejo nos adentra en una realidad tan paradójica como la propia existencia. La verdad, que tanto inquirimos y confesamos anhelar, es objetada y deconstruida en todo espejo enarbolado por pequeñas verdades individuales que reflejan y reclaman su propio espacio, no ideal ni ordenado, mucho menos concreto, necesariamente impuro; pero sí, propio, familiar e íntimo.

En nuestro inconsciente gravitan vivencias a manera de desván, que emergen y desaparecen constantemente en espejos. El real e inverosímil desconcierto de nuestro subconsciente nos convoca a ese aposento desordenado, cálido, introspectivo y complejo, en donde se almacenan los recuerdos, y yacen, según el escritor-filósofo George Bataille, "lazos de silencio, de ocultamiento, de distancia".

Nuestro diálogo interior, inmóvil y dinámico, revisita experiencias vividas; divaga en busca de una libertad regeneradora que sujete nuestra soledad existencial a través de la comunicación con ese interlocutor ideal, álter ego, el yo otro, identidad secreta, que proclama verdades tan reveladoras como ineludibles.

Al mismo tiempo, este interlocutor ideal es directriz de nuestros pensamientos; catalizador de una imperiosa sed de comunicación. Nuestro subconsciente tolera y mima nuestras ambigüedades; las reconoce y valora como ontológicas manifestaciones de nuestro ser.

No le aburren nuestros soliloquios; nos ofrece seguridad y confianza desde una perspectiva indulgente y superior. Es ese amigo que nos invita a sentarnos a departir cuando otros nos desatienden. Es el inapreciable preciso confidente. Disponible siempre.

No obstante, cuando nos miramos en un espejo, ¿buscamos la verdad o sólo lo que nos interesa encontrar? ¿Tememos enfrentar la realidad no deseada, o preferimos una iluminación acondicionada que proyecte una imagen más asequible a nuestros deseos?

Una nueva casa para Dalí


Por Leonardo Venta

La prestigiosa firma HOK, condecorada en tres ocasiones con el Honor Award, el máximo reconocimiento al diseño arquitectónico en Estados Unidos, y Beck Group han diseñado un nuevo museo de tres plantas por el monto de $30 millones para albergar las obras de Salvador Dalí que abrirá sus puertas al público el 1° de enero del año entrante.

Localizado en el litoral del centro de San Petersburgo, y ubicado a sólo 30 minutos de Tampa, el Museo Salvador Dalí posee la colección de óleos, esculturas, objetos de arte y dibujos más grande e importante de este pintor en Estados Unidos.

La arquitectura de su nueva morada, en afinidad con el carácter surrealista de quien le da nombre, funde lo clásico con lo fantástico, e incorpora elementos que protegen la edificación de los múltiples embates de huracanes, hasta de categoría 5 y vientos de hasta 266 km./hr, que fustigan al estado de Florida.


Las obras de arte estarán por encima del plano de inundaciones, guarecidas por potentes muros de 46 cm de concreto. Una joya arquitectónica en sí, el museo posee un resistente vidrio triangulado, “Enigma”, que sugiere el contraste entre la consciencia, dalisiana, y el mundo exterior.

A excepción de los museos que se encuentran en España, la colección de este centro es la más extensa en obras originales de Dalí. Incluye 95 de sus pinturas, más de 100 acuarelas y dibujos suyos, 1300 gráficas, fotografías, esculturas, objetos de arte de su creación, así como una extensa librería.

La flamante tecnología del siglo XXI, apoyada en el análisis computacional y la digitalización, ha conseguido recrear la ilusión del fluido de los líquidos de la naturaleza en estructuras sumamente vigorosas que particularizan este nuevo alojamiento para las criaturas dalisianas. Es la primera ocasión que se emplea este tipo de geometrías geodésicas en Estados Unidos.

El museo consta además de una escalera en espiral inspirada en la fascinación de Dalí por el ADN, el gusto por las simetrías (que nos evoca los anaqueles de la Biblioteca de Babel borgiana), y la sucesión de números Fibonacci, en la que cada término es igual a la suma de los dos términos precedentes.

La singular escalera que comunica la planta baja y el tercer piso, como un resorte tensionado, tiene peldaños elevados que emergen excediendo lo real a lo irracional, suspendidamente, en una asombrosa y desafiante curva.

El Salvador Dalí posee una colección valorada en 500 millones de dólares y recibe un promedio anual de 200 000 visitantes, y seguramente, cuando estrene su nuevo domicilio, dichas cifras se multiplicarán astronómicamente.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Clarice Lispector, el misterio poderoso de la palabra


Por Leonardo Venta

"Nací para amar a los demás, nací para escribir y para criar a mis hijos”, son declaraciones de Clarice Lispector, una de las voces más notables de la literatura contemporánea, recogidas por Olga Borelli, su gran amiga y secretaria.

Hija de judíos rusos, Lispector nació en Chetsélñik (Ucrania) en la segunda mitad de la década de mil novecientos veinte. Con dos meses de nacida llegó a Alagoas, al nordeste de Brasil y jamás admitió otra patria que la constituida por el país más extenso del subcontinente americano.

La obra de Lispector es la reflexión sobre la palabra, la sublimación del instante y la coronación de lo aparentemente insustancial. "La palabra tiene su terrible límite. Más allá de ese límite está el caos orgánico. Después del final de la palabra empieza el gran alarido eterno", expone la gran escritora.

De neutralidad ontológica entre la conciencia y el ser, Lispector reprueba la pedantería académica. "No entiendo de qué hablan, pero siento ese falso vanguardismo, lleno de modismos, frío, calculador, poco humano. La mejor crítica es la que entra en contacto con la obra del autor casi telepáticamente".

Cerca del corazón salvaje (1944), su primera novela, escrita cuando contaba 17 años, le mereció el premio Graça Aranha, pero no es hasta 1961 con la publicación de La manzana en la oscuridad, cuando despierta el interés de la crítica literaria, que la situó, junto con João Guimarães Rosa, en el vértice de la ficción de vanguardia de su país, “antropófaga”, por nutrirse de las vanguardias europeas para engendrar con genuina singularidad lo brasileño.

Novela sin trama, Cerca del corazón salvaje, hilvanada con las hebras del monólogo interior joyciano, es un vistazo femenino, urbano, intuitivo, que emparenta la feminidad con la agudeza. Las mujeres de Lispector alcanzan profundidad en su discurso, pero no por eso dejan de ser femeninas.

A la escritora brasileña le obsesiona la necesidad de comunicarse y, al mismo tiempo, respirar el éter místico del silencio. "Yo escribo y así me libro de mí y puedo entonces descansar", afirma. Luego agrega: "Tengo miedo de escribir, es tan peligroso. Quien lo ha intentado, lo sabe. Peligro de revolver en lo oculto – y el mundo no va a la deriva, está oculto en sus raíces sumergidas en las profundidades del mar –. Para escribir tengo que colocarme en el vacío".

Desaloja de todo su sentido a la palabra para liberarla en icáreo intento. "Hay muchas cosas por decir que no sé cómo decir. Faltan las palabras. Pero me niego a inventar otras nuevas: las que existen deben decir lo que se consigue decir y lo que está prohibido", confiesa. Aprehender lo inaprensible es su gran reto. “Y si tengo que usar palabras, tienen que tener un sentido casi corpóreo (...) palabras hechas de los instantes (...) Quiero como poder coger con la mano la palabra", agrega.

"Nosotros los que escribimos, apresamos en la palabra humana, escrita o hablada, un gran misterio que no quiero revelar con mi raciocinio porque es frío", apunta Lispector. En Un soplo de vida (1978), su novela póstuma, expresa: "¿Pero dónde están las palabras? Se han agotado los significados. Como sordos y mudos nos comunicamos con las manos”. Herida prematuramente de muerte, en 1977, con apenas 52 años, revela: "Estoy absolutamente cansada de la literatura; sólo la mudez me hace compañía. Si todavía escribo, es porque no tengo nada más que hacer en el mundo mientras espero la muerte. La búsqueda de la palabra en la oscuridad".

martes, 5 de octubre de 2010

Silencio


Por Clarice Lispector (1926?-1977)

"Se puede pensar rápidamente en el día que pasó. O en los amigos que pasaron y para siempre se perdieron. Pero es inútil huir: el silencio está ahí. Aún el sufrimiento peor, el de la amistad perdida, es sólo fuga. Pues si al principio el silencio parece aguardar una respuesta - cómo ardemos por ser llamados a responder -, pronto se descubre que de ti nada exige, quizás tan sólo tu silencio. Cuántas horas se pierden en la oscuridad suponiendo que el silencio te juzga, como esperamos en vano ser juzgados por Dios. Surgen las justificaciones, trágicas justificaciones forzadas, humildes disculpas hasta la indignidad. Tan suave es para el ser humano mostrar al fin su indignidad y ser perdonado con la justificación de que es un ser humano humillado de nacimiento. Hasta que se descubre que él ni siquiera quiere su indignidad. Él es el silencio".