La imaginación ofrece a la razón, en sus horas de duda, las soluciones que ésta en vano sin su ayuda busca. Es la hembra de la inteligencia, sin cuyo consorcio no hay nada fecundo”.
José Martí

sábado, 28 de abril de 2012

Luces de Bohemia

El escritor Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936), zahirió acerbamente la sociedad española de su época.

Por Leonardo Venta

Luces de Bohemia es una pieza teatral publicada en 1920, donde Ramón del Valle-Inclán coloca frente a “los espejos deformantes del callejón del Gato” la tragedia de España transformada en esperpento a través de la mirada agónica del personaje Max Estrella.

 Partiendo del término retórico "esperpento", que trasladado del argot callejero sirve para describir lo feo, lo deformado, lo grotesco o aquello cuya degradación no se percibe a simple vista, Valle-Inclán, a partir del distanciamiento del demiurgo, realiza un examen crítico de su contemporaneidad mediante dicha deformación irónica.

Desde el comienzo de la pieza teatral se presenta la idea de la muerte. Max Estrella, un poeta ciego, alcohólico y empobrecido, propone a su esposa, Madame Collet, la idea de un suicidio colectivo del núcleo familiar: “Con cuatro perras de carbón, podíamos hacer el viaje eterno”, sugiere. La llegada de Don Latino, de quien esperaba recibir dinero por el empeño de unos libros, agudiza la desesperanza de Max al enterarse de que el librero Saratustra le ha ofrecido una cantidad mezquina de dinero por sus textos. A partir de entonces, Max se lanza en un peregrinaje por los bajos fondos madrileños en compañía de Don Latino.

El arruinado escritor evoca al poeta ciego Homero, al italiano Dante Alighieri recorriendo los círculos del infierno del Madrid de la época, así como rememora al lector activo la hybris del Edipo de Sófocles; en potenciales analogías en las que existe la esperpentización de héroes clásicos a través del antihéroe protagónico. A partir de la hybris edípica, “el esperpento” sugiere la aspiración heroica, elevada del hombre, desmesurada confianza en sí mismo, y su limitación, basada en su incompetente aplastante pequeñez ante los designios de los dioses, que implica un castigo.

En Luces de bohemia se sugiere, según establece la catedrática y escritora Sofía Irene Cardona-Colom, “una toma de conciencia muy personal sobre lo absurdo y la inautenticidad del entorno social del individuo, en especifico del artista”. Don Latino es la contrafigura de Virgilio guiando a Dante a los infiernos madrileños; es quizá también la evocación de un Sancho Panza que se aprovecha de un poeta idealista o la reencarnación de un Lazarillo que engaña mientras sirve a su amo ciego. Nótese como la ceguera es una constante en estos personajes, ya sea literal o espiritual.

La desproporción y el ridículo sirven para revelar el caos circundante. El autor emplea la ironía como expresión de la desilusión y el desencanto social. A su vez, la desconfianza libera al individuo. Esa liberación, recelosa, que cuestiona las instituciones y valores sociales, favorece al conocimiento, lo independiza de los patrones tradicionales, inmutablemente reverenciados (a semejanza cuando Unamuno valora la legitimidad de la fe que se afianza en el cuestionamiento de la existencia de Dios).

Valle-Inclán yuxtapone una dicotomía en la que colisionan el individuo y la sociedad. Los ensimismados intelectuales, ajenos a la realidad exterior, divagan desorientados por la bohemia madrileña en búsqueda de una verdad que no encuentran, pero cuyo cuestionamiento encierra en sí validez: “… el individuo se sabe impotente ante el devenir pero esa impotencia también es conocimiento de verdad”, afirma Cardona-Colom.

La ironía en Valle-Inclán, para Cardona-Colom, refleja “la fragilidad perpetua de las ideologías en general, que en sí anuncian el cuestionamiento de todos los valores y discursos de la modernidad”. La crítica a la modernidad de parte del gran escritor español no arremete sólo contra el contenido de lo moderno, en su momento, sino mediante el sarcasmo, ambiguo y deformador, una de las armas más poderosas del ‘esperpento’. Derpierta, asimismo, emociones chocantes que injertan en el lector(a) /espectador(a) una nueva percepción desafiante y activa de la realidad.

miércoles, 25 de abril de 2012

La Orquesta Sinfónica Nacional / Cuba



Enrique González Mantici
Síntesis Biográfica

Sagua la Grande, 24 de noviembre de 1912 – Pinar del Río, 29 de diciembre de 1974. Eminente músico, compositor y director de orquesta. Graduado y premiado en el Conservatorio Chaikovski de Moscú, dirigió la famosa orquesta Riverside, la de la Radio y la Televisión y la Sinfónica Nacional. Bajo su batuta se escucharon importantes conciertos en Moscú, Alemania y otros escenarios europeos y americanos. Compuso para la orquesta sinfónica y para música de cámara. En su producción musical se percibe el abrazo de lo clásico con lo folklórico. Es el autor de la marcha “Guerrillero”. El Museo de la Música ”Rodrigo Prats Llorens” de Sagua la Grande conserva una importante colección de este celebre músico entre las que se destacan partituras, objetos personales, documentos, su órgano eléctrico y fotografías.

domingo, 22 de abril de 2012

Destacado director cubano invitado a dirigir la Orquesta de la Florida

Los días 11, 12 y 13 de mayo, el laureado director titular de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, Enrique Pérez Mesa, en su debut en Estados Unidos, se hará cargo de la Orquesta de la Florida en la sala Morsani Hall del Straz Center, de Tampa; el Mahaffey Theater, de St. Petersburg; y el Ruth Eckerd Hall, de Clearwater, respectivamente.

Por Leonardo Venta

A comienzos de junio del 2011, la Orquesta de la Florida (TFO, por sus siglas en inglés), una de las más prestigiosas agrupaciones sinfónicas de Estados Unidos, anunció públicamente su proyecto de intercambio plurianual con varios organismos musicales cubanos, entre los cuales figura la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba como institución principal.  La primera fase se concretó a finales de ese mismo año, cuando músicos de instrumentos de viento de dicha institución floridana interpretaron piezas de George Gershwin y otros cinco compositores, en el Oratorio de San Felipe Neri en La Habana Vieja.


A raíz de esa visita, el fagotista Anthony Georgeson declaró a The Associated Press: “Tocar en un lugar así es una oportunidad histórica”. A este músico se unieron Robert Rearden (corno francés), Clay Ellerbroek (flauta), Katherine Young (oboe) y Brian Moorhead (clarinete), para tender un entrañable puente con sus notas musicales, realizar talleres con adolescentes en el habanero Conservatorio Amadeo Roldán y agasajar a los isleños con instrumentos musicales y accesorios que TOF adquirió a través de una campaña de donación realizada en Tampa.

Como efluvio de este designio de “unificación cultural”, según lo definiera el berlinés Stefan Sanderling, director musical de TOF, los días 11, 12 y 13 de mayo, el laureado director titular de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, Enrique Pérez Mesa, en su debut en Estados Unidos, se hará cargo de la Orquesta de la Florida en la sala Morsani Hall del Straz Center, de Tampa; el Mahaffey Theater, de St. Petersburg; y el Ruth Eckerd Hall, de Clearwater, respectivamente.

El laureado director matancero, reconocido internacionalmente por su pujante presencia en el escenario, dirigirá un programa que incluye el solo para timbal y orquesta “Cubanitis”, del compositor James Lewis, interpretado por el solista principal John Bannon. El programa incluye además el estreno por la Orquesta de la Florida de dos temas de compositores cubanos: “Penthesilea: Preludio”, de Carlos Fariñas; y “Ritmotiv”, de Guido López-Gavilán. Además, el concierto incluye la Sinfonía nº 1 "Clásica", del ruso Sergei Prokofiev, cuya esencia balletística constituye un complemento perfecto a los ritmos danzarios de la otra vibrante y colorida pieza que será ejecutada: “Huapango”, de José Pablo Moncayo, considerada por muchos como el segundo himno nacional de México.

James Lewis, ex profesor de música de la Universidad del Sur de la Florida (USF), quien actualmente reside en México, se inspiró para componer “Cubanitis” en sus vivencias durante su estancia de siete semanas en Cuba, a la que siguieron otras visitas a la isla desde “la première” de dicha composición en marzo de 1998. Asimismo, Lewis contribuyó decisivamente a la presencia en USF de la orquesta femenina Camerata Romeu, una de las más eminentes orquestas de cámara de Cuba.

Lewis está viniendo a Tampa para los ensayos y preparativos de las funciones de mayo. Así pues, con sus amplios conocimientos sobre la música y la cultura de Cuba, será un valioso instrumento para el éxito de dichas presentaciones. A su vez, la presencia de Enrique Pérez Mesa y la programación, en general,ofrecerán la oportunidad de disfrutar de música orquestal cubana de calidad en vivo en el seno de una comunidad que comparte profundas y múltiples raices con la vecina isla. Indiscutiblemente, la Orquesta de la Florida continúa escribiendo historia con admirable tinta musical y buena fe