La imaginación ofrece a la razón, en sus horas de duda, las soluciones que ésta en vano sin su ayuda busca. Es la hembra de la inteligencia, sin cuyo consorcio no hay nada fecundo”.
José Martí
El cantante y
compositor George Michael, cuyo verdadero nombre era Georgios Kyriacos
Panayiotou, falleció el pasado 25 de diciembre a los 53 años, a la 1:42 p.m.
hora de Inglaterra, en su residencia, en Goring,
Oxfordshire. "Murió en paz en su hogar esta Navidad", anunció su
publicista. Horas después, su manager, Michael Lippman, dijo que había muerto a
consecuencia de una insuficiencia cardíaca "en su cama, mientras dormía".
Ícono de la música pop en las
décadas de 1980 y 1990, nació en el barrio londinense de East Finchley el 25 de
junio de 1963, hijo de un grecochipriota que había emigrado en los años 1950 al
Reino Unido, cuando Chipre era territorio británico.
Siendo adolescente, su familia se
mudó a Radlett, en el condado británico de Hertfordshire, donde conoció a
Andrew Ridgeley, amigo y compañero escolar, con quien fundó en 1981 el grupo
Wham!, una de las bandas más populares de los años ochenta. El dúo se convirtió
en uno de los máximos exponentes del famoso estilo musical británico New Wave
(Nueva ola) , con sencillos como "Wake me up before you go-go" y "Last
Christmas". Luego de su ruptura con Ridgeley, en 1987, prosiguió como
solista.
En su exitoso repertorio destacan
canciones como "Careless Whisper" (1984), uno de los temas más populares
de la época y el número uno en decenas de listas de popularidad, así como "Faith"
(1987), reverenciada como obra maestra del rock-pop. Antes de su muerte había
vendido más de cien millones de discos.
Luego de años negando su homosexualidad,
Michael no tuvo otra opción que confesarla en 1998, luego de haber sido
arrestado en el baño público del Will Rogers Memorial Park en Beverly Hills por
"realizar actos obscenos" con otro hombre. "Quiero decir que no
tengo problemas con que la gente sepa que tengo una relación con un hombre en
este momento (...) porque ya de alguna manera lo hice, ¿verdad? Lo hice en una
forma en la que en realidad no pensaba hacerlo", declaró a CNN.
En 2011, pospuso una serie de
conciertos a causa de una grave neumonía, por la que le tuvieron que practicar
una traqueotomía y mantenerlo hospitalizado un mes en Viena, Austria. A lo
largo de su vida, protagonizó varios incidentes relacionados con conflictos
legales, consumo de drogas y alcohol.
George Michael –aparte de su gran talento
musical y escénico, atractivo físico, canciones polémicas y problemas con la
justicia –será recordado por su generosidad y activismo político. En 1985,
cantó para recaudar fondos contra el hambre en África en el londinense Estadio
de Wembley, como parte de un maratónico concierto colmado de luminarias,
uniéndose a Elton John con el superclásico de todos los tiempos "Don't Let
The Sun Go Down On Me". En 1988, en el mismo espacio, cantó
en honor al cumpleaños 70 de Nelson Mandela, que se encontraba preso en ese
momento, en uno de los conciertos más emblemáticos en la historia, presenciado
por 500 millones de espectadores de 70 países.
En 1992, intervino –también en el Wembley–
en un concierto benéfico en tributo a Freddie Mercury, cinco meses después de
su muerte, cuyos fondos fueron destinados a la cura del SIDA. En el año 2000,
colaboró con el tenor Luciano Pavarotti, en la ciudad italiana de Módena, en uno
de los conciertos conocidos como Pavarotti&Friends, con la presencia del
Dalai Lama, para ayudar a niños víctimas de los conflictos en Camboya y el
Tíbet.
En 2007, Michael costeó la gira del piano en el que John Lennon compuso "Imagine", una de las mejores composiciones de todos los
tiempos. El
instrumento visitó lugares como la plaza Dealey, donde John. F. Kennedy fue
asesinado. En 2003, participó en Who Wants to be a Millionaire? Las 32 mil
libras esterlinas que ganó en el programa, las donó a obras caritativas. Asimismo,
cedió los derechos de "Last Christmas" para fines humanitarios, y
destinó a lo largo de su carrera más de cinco millones de libras (7.8 millones de
dólares) a causas benéficas, según un documental de la BBC.
En su canción "Shoot the Dog (Dispárale al perro)", critica la
relación entre Gran Bretaña y Estados Unidos durante los gobiernos de Tony
Blair y George W. Bush, durante la guerra de Irak.
En "La Natividad con el infante San Juan", de Piero di Cosimo,
un ángel presencia el nacimiento del Niño Jesús
Por Leonardo Venta
El mes de
diciembre de 1223, en una localidad italiana de la provincia de Rieti, región
de Lazio, un hombre que vivía en la pobreza se lamentaba –aviniéndose
sorprendentemente a una queja actual– de que la observancia de la Navidad había
sido ensombrecida por el materialismo. Angustiado, congregó a varios amigos,
junto con algunos animales, y recreó la escena del pesebre, conocida como la
Natividad. El hombre era San Francisco de Asís.
Fue una experiencia conmovedora, y a
lo largo de los años la práctica, a la que se agregaron los villancicos, se
integró a la celebración del nacimiento del Mesías, oficializada en el año 345 por
influencia de San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianzeno, padres y doctores
de la Iglesia Primitiva. Aunque hay quienes consideran que la celebración del
25 de diciembre es el resultado de la degeneración que sufrió el cristianismo a
manos del paganismo, sigue siendo la fiesta más importante del año eclesiástico
cristiano.
Grandes banquetes acompañados de
ingentes cantidades de alcohol, loterías y juegos de azar, así como intercambios
de regalos caracterizaban al Saturnal romano, que se celebraba del 17 al 23 de
diciembre, en honor de Saturno, dios de la agricultura. Una celebración de
invierno similar –conocida como Yule–, en la que se quemaban grandes troncos
adornados con ramas y cintas en honor de los dioses se organizaba en el norte
de Europa.
El siglo XIX fue decisivo en la
consolidación de la tradición de esta festividad. Se generalizó el uso del
árbol de Navidad, originario de zonas germanas. Los árboles iluminados no sólo
eran distintivo de fertilidad sino de renacimiento solar, componentes de ritos
idólatras ajenos por completo a las creencias judeocristianas.
La leyenda de Santa Claus se asocia
a la de Papá Noël, que procede, en parte, de San Nicolás, santo patrón de Rusia
y de los niños. El mito afirma que celadamente hizo regalos a tres hijas de un
hombre, quien, imposibilitado de proveerles una dote, estaba a punto de abandonarlas
a una existencia pecaminosa. A partir de este relato nació la tradición de
hacer regalos en secreto en la víspera de San Nicolás. A su vez, el dadivoso Santo
tiene conexión con el dios nórdico Odín, de luenga barba blanca y raro
sombrero, el cual nada tiene que ver con la figura redentora de Jesucristo.
Sin embargo, no todo los rituales navideños
son de origen pagano. En 1742, Georg Friedrich Händel estrenó en Dublín el
oratorio "El Mesías", con su célebre coro "Aleluya". Como
sugiere el título, la composición recorre el nacimiento de Jesús (Parte 1), su
muerte (Parte 2) y la resurrección (Parte 3). Una de las piezas más populares
de la sección de Navidad es "Porque un niño nos es nacido ", que se
basa en Isaías 9: 6: "Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el
principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios
Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz".
Multicolores compromisos, disimulados
estreses, embriagados efugios, intercambios de regalos, producciones de "El cascanueces" integran
la numerosa lista de elementos que definen en parte esta celebración. Si bien, los
niños –quienes reciben presentes que generalmente implican considerables gastos
para sus padres–, son los que granjean la mayor parte de las atenciones.
Para bálsamo de quien escribe esta
nota, no todo es material en las festividades decembrinas; hay padres, que a
pesar de tener medios para comprar costosos obsequios, precisan a sus hijos a
intercambiar presentes confeccionados por ellos mismos, sin valor material,
pero con una significación emocional edificante.
Además, la Navidad es el tiempo propicio
para reflexionar en el inmenso amor de Dios por la humanidad, fijar la mirada
en "el iniciador y perfeccionador de nuestra fe", intentar ser más amables,
disculparnos cuando hemos sido demasiado críticos con los demás, amarnos los
unos a los otros de la manera que Él nos ama, perdonarnos al igual que Él nos
perdona, unirnos, con amor de madre a hijo, en tiempos favorables y de crisis;
y cuidar a aquellos que, por la razón que sea, no pueden valerse por sí mismos.
No importa cuánto anhelemos la paz –a
menudo eclipsada por nuestro deseo egoísta de conseguir lo que queremos a
cualquier precio–, vivimos en un mundo lleno de violencia, división y codicia. Queremos
ser honestos, pero el engaño puede darle un golpe bajo a nuestras mejores
intenciones. Procuramos repartir buenas acciones, pero nos dejamos atrapar por los
afanes de la vida y así procrastinamos dichos buenos propósitos. Necesitamos perdonar, pero no lo hacemos hasta
que nos paguen el mal que nos han hecho. Nos proponemos el bien ajeno. Si bien,
nos deslizamos hacia el egoísmo, la manipulación, la enfermiza competitividad y
el orgullo.
Al final, la frustración nos
sobrecoge; somos despojados de una paz que apreciamos principalmente en la
buena salud, el suficiente dinero, una carrera exitosa, una relación
sentimental satisfactoria y la felicidad de nuestros familiares más allegados.
Según esta trillada percepción, la paz significa estar libre de conflictos.
Por supuesto, no hay nada erróneo en
desear nuestro bienestar. Pero, ¿cómo reaccionamos cuando las cosas no marchan
bien? En Filipenses 4:7, el Apóstol Pablo afirma: "Y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús".
No es el prohibitivo regalo ni el humilde gesto de cumplido, ni la entrañable cena de Nochebuena, ni el rencuentro con ese ser amado, ni la magia que desaparece la distancia y reparte amor y perdón a manos llenas, ni la ociosa lágrima que humedece cierta mejilla mientras escucha el célebre villancico "Noche de paz" en una celebración religiosa. La Navidad es apreciar el más genuino y valioso de todos los regalos: la paz y la salvación que Jesucristo vino a ofrecernos.
La Orquesta de la Florida (TFO) se contagia de los aires navideños para ofrecer las melodías propias de estas festividades de forma gratuita y en vivo en el centro comercial Westfield Citrus Park, el sábado, 17 de diciembre, a partir de las 6:30 p.m. El director musical Michael Francis será el conductor de TFO.
Mientras usted realiza sus compras, podrá hacer una pausa y disfrutar de un programa que incluye selecciones de "El cascanueces", "Paseo en trineo", "Blanca Navidad", “Jingle Bells”, "Feliz Navidad" y otras tradicionales melodías decembrinas. El centro comercial está ubicado en el 8021 Citrus Park Town Center, Tampa, FL 33625.
Cuerpo de baile en "El cascanueces", Next
Generation Ballet
Por Leonardo Venta
Next
Generation Ballet del Conservatorio Patel, bajo la dirección
artística de Philip Neal, presenta “El cascanueces”, con la acertada adaptación
coreográfica de Peter Stark e Ivonne Lemus sobre el original de Marius Petipa, en
la Sala Carol Morsani del David A. Straz, Jr. Center for the Performing Arts,
este sábado, 17 de diciembre, a las 2 y
7 p.m., y el domingo 18, a la 1 y 6 p.m., como parte de las
tradicionales festividades decembrinas.
Al francés Petipa, que llegó a ser
director de coreografía del Ballet
Imperial Ruso en el siglo XIX, le debemos el perfeccionamiento del modelo
de ballet con argumento largo y completo que ha sobrevivido hasta nuestros
días. “El cascanueces”, así como “La bella durmiente” y “El lago de los cisnes”
–todos de su creación– son magníficos ejemplares de este tipo de producciones.
Creado en 1892 por Petipa, perfeccionado por su asistente ruso Lev Ivanov, y basado en un cuento
de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, "El cascanueces" narra la historia
de Clara, una niña que recibe como regalo de Nochebuena un cascanueces, juguete
maravilloso que la transportará por quiméricos lugares. Si no hubiera
suficientes razones para asistir ininterrumpidamente cada temporada a la puesta
de este ballet-cuento de hadas, los seductores matices orquestales de
Chaikovski son sobrados motivos melódicos para hacerlo.
Isabella Boylston y James Whiteside, bailarines
principales del American Ballet Theatre, interpretarán el famoso "Grand Pas de Deux" del segundo acto en las cuatro funciones
Las estrellas invitadas –quienes interpretarán
el famoso "Grand Pas de Deux" del segundo acto en las cuatro
funciones– son Isabella Boylston y James Whiteside, bailarines principales del
American Ballet Theatre. En tanto, una briosa “troupe” de alrededor de 175
bailarines, gimnastas y otros artistas, algunos reconocidos en el Concurso Internacional Youth America Grand
Prix (YAGP, por sus siglas en inglés) –entre ellos Ellie
Borick y Juliette Jones, por sólo mencionar dos nombres–, prodigarán su
hechizante gracia bajo el acertado registro de la maître cubana Ivonne Lemus,
alma desde su fundación de esta exitosa compañía.
La presente producción ostenta
espléndidos accesorios teatrales, coloridos tules y brocados, adquiridos del
Omaha Theatre Ballet en el 2011, así como descomunales graciosas ‘matruskas', el
tradicional colosal árbol de Navidad en el primer acto, el céfiro sosiego de
los copos de nieve al caer sobre el escenario, y la pequeña Clara que se
deslumbra con soldados de juguete que cobran vida, y principescos moradores de
exóticos paisajes remotos.
Como novedad, este año habrá un coro en vivo de
niños del Departamento de Música del Conservatorio Patel que vocalizará el "Vals
de los copos de nieve". Según nos informó Lemus, el coro estará ubicado en
el balcón del primer piso del teatro. Al mismo tiempo, las bailarines
sostendrán con las manos pompones que simulan copos de nieves, mientras cae la
nieve. "Este año tendremos un montaje más espectacular", agrega
Lemus.
Al preguntarle sobre la importancia
de esta producción, Lemus, recordando a Peter Stark, otrora director artístico
de Next Generation Ballet, comenta que él le decía: "Estamos aquí para
cambiarle el estado de ánimo a la gente". Luego añade, que el pasado mes
de noviembre escuchó a la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, con los 96
años que cumplirá este 21 de diciembre, afirmar algo similar dentro del marco
del XXV Festival Internacional de Ballet de La Habana: "Nosotros los
artistas estamos aquí para cambiarle la vida a las personas". Quién sabe, al
disfrutar de "El cascanueces" este fin de semana aprehenderemos un
reino donde todo es armonía. Quizá ese sueño sea nuestro más valioso regalo esta
época navideña.
No hay época del
año que nos deleite más que la Navidad. Decoramos nuestros árboles navideños
con hermosos adornos, colocamos a sus
pies obsequios, escondemos paquetes envueltos de regalo debajo de la cama,
mientras planificamos una gloriosa fiesta con recetas especiales. Estos y otros
rituales navideños se contemplaban en el Siglo XIX. Experimente la cálida atmósfera
de unas vacaciones de esa época en el antiguo hotel y hoy Museo Henry B. Plant,
localizado en el 401 W. Kennedy Boulevard, Tampa, Florida 33606. Se cantan
villancicos todos los días a las 6 pm. Se sirve sidra de manzana y galletas a
los visitantes. Para más información, por favor, llamar al 813 254 1891 o
visitar la página www.plantmuseum.com.
José Luis Gómez representa a Miguel de Unamuno durante su exilio en Fuenteventura
El pasado 18 de
noviembre, se estrenó en cines de España “La isla del viento”, bajo la
dirección de Manuel Menchón. El filme examina a un Miguel de Unamuno más de carne y hueso, durante su destierro en la isla Fuenteventura. Provocado por sus
constantes críticas a la monarquía, el escritor y filósofo fue enviado al
exilio por el dictador Miguel Primo de Rivera. Unamuno
se propone mantenerse aislado durante su confinamiento. Sin embargo, su relación con los isleños y su acercamiento a la realidad del lugar abren nuevos horizontes para el pensador bilbaíno .
La cinta cuenta con la participación de José Luis Gómez (La piel que
habito, Truman), Víctor Clavijo (Tres días), Isabel Prinz (Pasos de baile), Ana
Celentano (El mural, Sin retorno), Ciro Miró (Acantilado) y Ruth Armas
(Naufragio), entre otros.
"Autorretrato de Artyom Shlapachenko",
especialmente para esta entrevista (25 de noviembre de 2016)
Por Leonardo Venta
Sondeando por
Internet las opiniones de la crítica especializada sobre la gala “Ballet
Royalty (Realeza del ballet)", celebrada el pasado 20 de agosto en el Gran
Teatro de La Habana Alicia Alonso, en que bailaron 12 estrellas de la danza
mundial, encontré varias fotografías tomadas por el artista ucraniano Artyom
Shlapachenko, residente en La Habana desde los 7 años de edad, quien departió
conmigo sobre el evento por esta vía, autorizándome amablemente a publicar sus
valiosas fotos.
La obra de Artyom –como prefiero
llamarle–, para quien contar una historia a través de cada imagen es lo
esencial, me impresionó favorablemente, especialmente por su vínculo personal
con el ballet clásico y la fotografía escénica. Pensé que nuestros lectores
merecían conocerla. De esa manera, nació la idea de esta entrevista. Nos tomó
tres meses consumarla. Nuestro entrevistado tenía demasiados compromisos de
trabajo. Si bien, a nuestro modesto juicio, valió la pena esperar.
¿Cómo fue tu primer encuentro con la
fotografía y el ballet?
Desde muy pequeña edad veía a mi
padre, que era un amante de la fotografía, trabajar con su Zenith. Me parecía
un aparato enorme y misterioso; ya que era algo prohibido para un niño, lo
hacía más interesante. Creo que por ahí comenzó mi inquietud por descubrir por
dónde salía la foto impresa de ese aparato.
Mi primer encuentro con el ballet
fue en Cuba a los 7 años de edad. Estaba dormido en mi butaca del Gran Teatro
de la Habana. Abrí los ojos con la melodía de Chaikovski del Pas de Deux de
"Cascanueces". Al momento me enamoré de la princesa de blanco y juré
casarme con ella. Quince años después, se cumplió mi promesa.
¿De qué manera se cumplió esa
promesa?
La bailarina Lissi Baez ha sido la
compañera de mi vida por más de una década, gracias a ella he aprendido mucho.
Mi verdadero acercamiento al ballet se lo debo a ella. Es una gran persona, así
como lo es sobre el escenario. Me encanta verla girar en puntas. Se toma su
trabajo con máxima seriedad y mientras yo cruzo los dedos, para que todo le
salga bien, el público la aplaude calurosamente. Eso me llena mucho.
¿Cómo
descubre Artyom al artista en sí mismo?
Todos nacemos con un artista dentro.
Con el mío, estamos en un redescubrimiento mutuo y constante.
¿Cómo
madura la idea de convertirte en fotógrafo?
En la vida nada es perenne, más bien
todo está en constante transformación. Hoy haces fotografías, mañana construyes
puentes. Amo la fotografía porque es como logro expresarme pero no me puedo
limitar a una sola cosa.
¿Qué
significa el arte de obtener imágenes para ti?
Es un lindo arte, puedes mostrar lo
que otros no ven, pero también puedes crear cosas inexistentes. Puedes jugar
con la luz y el color, y eso me divierte mucho. Para mí, es un juego. Mis modelos y yo siempre terminamos alegres, aun si llevamos 8 horas trabajando.
"El dilema" (2014), obra de Artyom Shlapachenko
¿Cuál
consideras es tu sello como artífice de la fotografía?
Es una pregunta aún muy temprana,
considero. Aunque diría que procuro contar una historia en cada imagen. A parte
de la luz, la composición y los objetos debe haber algo más, algo místico,
dejar que el espectador viaje con los pensamientos.
¿Existe
alguna agenda política, social o ideológica en tu arte?
Respeto la política, pero la dejo en
manos de los conocedores. En mi arte abordo temas más personales, más individuales del ser como tal. Me atraen mucho los sentimientos del ser humano
y cómo batalla con ellos.
Si
no hubieras sido fotógrafo, ¿que te hubiera gustado ser?
Soy creador por naturaleza, no puedo
estar quieto ni un instante. Cuando no estoy fotografiando, estoy filmando un
videoclip, quizá dibujando; cuando no, haciendo una herramienta nueva para una
foto o un video. Si no me pongo a diseñar. Me atraen todas las artes…
¿Cuba
y Ucrania en tu arte?
Ucrania es donde nací y Cuba es
donde crecí. Seguramente tengo de los dos en mi arte. Si bien, le dejo esa
tarea a los críticos (sonríe). ¿Con cuál movimiento fotográfico te
identificas?
Yo diría que la fotografía documental,
aunque con mucha frecuencia recreo situaciones y un documentalista me
criticaría eso.
¿Cuál
es para ti la foto ideal?
La que muestra un 50% e invita a que
el otro 50 te lo imagines.
"La rutina" (2015), obra de Artyom
Shlapachenko
¿Algún
otro tipo de arte fotográfico, aparte del escénico, motivado por una disciplina que no sea el ballet?
Me encanta la fotografía de "fashion"
(moda). Estoy pensando muy seriamente en eso.
En
cierto momento me dijiste que viajarías con el también ucraniano Vladimir
Malakhov, luminaria del ballet mundial, a Holguín, ciudad situada en la región oriental de Cuba. ¿Algún proyecto
específico que los relacione?
Llevo un tiempo trabajando con el
”Grand Prix Vladimir Malakhov”, que organiza mi gran amigo Paul Seaquist en
Holguín. Este año Paul y yo decidimos hacer un documental "entre
bastidores" de este evento. Así que me tocó la linda odisea de ser el
realizador de lo que pronto se podrá apreciar en YouTube.
A
propósito del empresario chileno de la danza Paul Seaquist, representante de
Malakhov, y muy relacionado con el ballet cubano, quien ha hecho muy buenos comentarios sobre tu obra. ¿Cuál es tu relación con él?
Paul y yo llevamos trabajando juntos
hace ya un par de años en varios proyectos. Somos muy buenos amigos. Al igual
que yo, ama las artes en todas sus manifestaciones. Una tarde conversando nació
la idea de hacer una exposición juntos. Nos despedimos. Él se iba para Berlín.
Al otro día me manda desde el avión la introducción de la exposición; quedé
boquiabierto. Era exactamente como me lo imaginaba. Ahí nació “Camino a la
frontera”.
Sé lo embarazoso que resulta opinar sobre lo que uno mismo hace. Al mismo tiempo, tengo entendido que Paul Seaquist ha escrito sobre tu proyecto "Camino a la frontera". ¿Cómo lo explica él?
En palabras de Paul Seaquist, “Artyom
explora a fondo no sólo el dolor de la partida
sino el dolor de permanecer (...) las
dudas, la ilusión, la desazón de quienes quisieron y no quisieron, o pudieron y
no pudieron, y ahora sólo les queda mirar hacia el más allá e imaginar".
El
ballet es calificado como un arte elitista, difícil de descifrar. ¿Hasta que
punto te consideras conocedor de ese arte?
Lo admiro como cualquier otro
espectador desde su butaca en el teatro. Claro, con los años he aprendido el
lenguaje y los nombres de los pasos. Aunque te juro, lo más interesante se
oculta tras el telón. Ahí sí me quito el sombrero.
"Tras el telón"(2014), obra de Artyom
Shlapachenko
Te
conocí gracias a las bellas y reveladoras fotografías que realizaste en la gala
"Ballet Royalty" en La Habana. ¿Cómo calificas esa experiencia?
Fue una experiencia inolvidable.
Estaba desarrollando un proyecto fotográfico en La Habana y de casualidad
conocí a Matthew Golding (primer bailarín del Ballet Real de Londres). Nos pusimos a hablar de proyectos futuros.
Terminamos en el teatro. Allí tomé una de mis mejores fotografías con Adiarys
Almeida entre bastidores.
Adiarys Almeida, ajena al lente, reza antes de salir al escenario el 20 de agosto de 2016, después de 13 años sin bailar en Cuba. Obra de Artyom Shlapachenko
Nos
gustaría saber más detalles sobre tu exhibición dedicada a la legendaria bailarina rusa Anna Pavlova.
Aún está en realización, pero puedo
adelantar que la sesión de fotos la realicé con Lissi Baez.
¿Cuál
consideras tu mayor logro como fotógrafo y como ser humano?
Como fotógrafo, que mis fotos le den
la vuelta al mundo, que la gente conozca mi arte. Como ser humano es poder
ayudar a cada persona que se me acerque pidiendo ayuda.
¿Nombres
claves en tu vida privada y profesional?
Victor Nedilko, mi abuelo. Es mi
guía, mi ejemplo como ser humano. En lo profesional, Bill Gates constituye un
modelo a seguir como empresario.
¿Planes
futuros?
Los más cercanos son terminar mi
serie “Camino a la Frontera”, en Miami, y luego exponerla en New York.
Esta excelente agrupación de músicos ofrecerá,
directamente desde Cuba, un programa inolvidable en la sala Ferguson del Straz
Center de Tampa, la tarde del domingo, 27 de noviembre
Por Leonardo Venta
El Centro David A.Strass
para las Artes Escénicas de Tampa presenta el domingo, 27 de noviembre, a las 4
p.m., directamente desde la capital cubana, "Asere & The Havana Cuba
All Stars", como parte de la gira por Estados Unidos de "Asere
Friendship", una agrupación de excelentes músicos cubanos que se unen para
celebrar la rica y variada tradición musical del pueblo cubano.
Esta agrupación aúna congas,
cajones, guitarras, trombones, trompetas y una variedad de instrumentos de
percusión que prometen una explosiva matinée musical, que incluye el contagioso
'son' cubano que hará vibrar y hasta bailar a la audiencia en los
pasillos.
Fiel a una base acústica, que ha
desarrollado un sonido fresco y composiciones creativas, el espectáculo
respeta las tradiciones de la forma de
arte musical cubano.
La gira de "Asere
Friendship" es otro nuevo guiño musical a la amistad entre los pueblos de
Estados Unidos y Cuba. La palabra 'asere' es un cubanismo que pertenece al
registro coloquial, incluido en el Diccionario del español de Cuba (2000) con
la definición de "persona con quien media una relación de amistad";
traspasando el término a las presentaciones en Estados Unidos, establece lazos
genuinos de hermandad.
El 'son', cuya fuente de vida nació
y permanece en Cuba: en su cultura y su gente, es un estilo de música y danza que ganó popularidad en cuantiosos países
durante la década de 1930. A su vez, es una de las formas más influyentes y
extendidas de la música latinoamericana: sus derivados y fusiones,
especialmente la salsa, se han extendido por todo el mundo.
Como
colofón a esta nota, los dejamos con los
comentarios de Michel Padrón, director de esta agrupación, en entrevista que
gentilmente nos ha concedido.
¿Cómo le gustaría a Michel Padrón que nuestros
lectores lo conocieran?
Soy un
trompetista, compositor, arreglista y productor musical nacido en La Habana en
1976, que pese a tener una formación académica y una carrera en la música
clásica (fui trompetista de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba durante 9
años), el jazz, y componer música para cine, televisión y documentales siento
una enorme pasión, respeto y dedicación por la música de mi patria, la más
tradicional, la más autóctona.
¿Existía originalmente esta agrupación o se ha
agrupado con fines especificos para esta gira?
La banda se llama
"Asere" y hemos viajado por el mundo entero, en los 20 años desde la fundación
de la misma. Si bien, en este momento hemos aumentado el número de músicos
desde 7 hasta 11, pasando a nombrarle "Asere & The Havana Cuba All
Stars" para esta gira y creo que vamos a mantenerlo así, ya que a mi, personalmente,
me gusta y al público norteamericano le encanta.
Aunque cada instrumento enriquece al conjunto
musical, el elemento vocal es vital en las canciones. Aparte de los
instrumentos, ¿hay canciones?
Tenemos un
vocalista y voces de fondo. Todas las piezas son cantadas.
¿Cuántos países incluye la gira?
En esta ocasión, estaremos
solamente en Estados Unidos. Esta es una primera visita a suelo americano.
¿Cuáles géneros musicales conforman el programa?
Tenemos además
del 'son', el changüí, el chachachá, la guaracha, el mento (un género de origen
jamaicano que se fusionó con el 'son' debido a la llegada de trabajadores anglocaribeños
a la industria azucarera cubana, desde 1900 hasta 1959) , el bolero, canciones
de la Nueva Trova y la canción tradicional.
¿Cómo definiría el Sr. Padrón la esencia de esta
agrupación?
La esencia de "Asere
& The Havana Cuba All Stars" es defender y mantener viva la tradición
de nuestra música, renovándola, pero manteniendo la savia de ésta.
¿Qué duración tiene el concierto?
El programa está
dividido en dos partes: la primera dura 45 minutos; la segunda, 55,
aproximadamente. Hay un intermedio de 15 a 20 minutos.
¿Existe el elemento bailable en la presentación?
Sí, absolutamente.
Les sugiero a los asistentes que lleven sus zapatillas de bailar.
¿Planes futuros?
Seguir en nuestra
batalla para mantener vivas las más ricas tradiciones de la música de Cuba.
Eric Enstrom consiguió captar esta célebre imagen , conocida
como "Grace" (1918), en su estudio fotográfico de la ciudad minera de
Bovey, Minnesota. Más tarde, Rhoda
Nyberg, su hija, trabajó sobre el original para darle color y la apariencia de
una pintura al óleo.
Por Leonardo Venta
La ingratitud es
un mal comúnmente generalizado. Es una forma de egoísmo, un defecto incluso
mayor que la tristeza o pesar del bien ajeno. “No des a nadie lo que te pida,
sino lo que entiendes que necesita; y soporta luego la ingratitud”, decía
Miguel de Unamuno.
Comúnmente, el que otorga favores
espera reconocimiento. No se trata de recibir el favor de regreso, sino de recoger
alguna muestra, aunque mínima, de gratitud. Sin embargo, no siempre se reciben dichas
manifestaciones. Existe una gran diferencia entre dar las gracias y el estar
agradecido. Dar las gracias pudiera formar parte de una simple norma de
urbanidad, carente de sinceridad. El legítimo agradecimiento va más allá de la
mera cortesía.
Hay seres que ignoran (al menos así
lo aparentan) las mercedes recibidas, o las retribuyen con prisa para no quedar
moralmente endeudados. “Demasiado apresuramiento en pagar un favor ya es una
muestra de ingratitud”, afirma François de la Rochefoucauld, autor francés del
Siglo XVII, célebre por sus máximas morales.
En ocasiones, la amargura causada
por la envidia recibe las mercedes como ofensas. Hay quienes consideran el agradecimiento
como una muestra de debilidad, de sentimentalismo, es decir, una manera de otorgar
a los sentimientos la dirección de la conducta. Existe el caso de aquellos que
reciben favores como si se les pagara una deuda. Los peores pagan con la
traición.
No obstante, hay dadores, aunque
parezca extraño, que pueden hacer más mal que bien al brindar ayuda. Se puede ayudar
para resaltar una generosidad inexistente. Algunos, después de socorrer, se lo
echan en cara a los socorridos, humillándolos; lo comentan por doquier o emiten
juicios que violan la intimidad de los receptores del aludido favor.
No hay mejor dádiva que la
desinteresada, fomentada en la relación vencedor-vencedor, en la que ambas
partes se benefician. Debe causar la misma satisfacción dar que recibir. Toda
ayuda que rebaje la dignidad y estima personal de quien la recibe, carece de mérito.
Por eso, debemos saber cómo pedir y dar.
Al ayudar no debemos esperar nada a
cambio. Del mismo modo, es saludable recibir con humilde gratificante gozo.
Aunque no nos lo propongamos, siempre recibiremos favores (somos entes
sociales); de la misma forma, nos veremos involucrados en situaciones que nos presionen
a otorgar asistencia.
En esta celebración del "Día de
acción de gracias", cuyo indiscutible origen es mostrar agradecimiento a Yahvé,
"Dios Padre, de quien todo procede y para quien somos nosotros, y un solo
Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y nosotros también" (1 Cor
8:6), nos preguntamos, ¿qué lugar ocupa la gratitud en la lista de nuestro
sistema de valores éticos?
"Don Juan Tenorio en el
panteón" (1927), obra de Elías Salaverría. Su amanerada pulcritud sugiere la homosexualidad del mítico personaje.
Por Leonardo Venta
“Aun aquellos que suspiran por “El burlador de
Sevilla”, por las crisis místicas de Miguel de Mañara, por el Don Juan de
Byron, o de Mozart, subrayan el desenvolvimiento que mantiene extremadamente
animada la curiosidad; la ingenuidad, divertidamente disparatada, con que
Zorrilla baraja conceptos teológicos de culpa, predestinación, gracia y
condenación, tan alejados aquí del mundo conceptual de Tirso de Molina”.
José Lezama Lima –Tratados en La Habana
Ha sido costumbre que la noche del 1.° de noviembre, 'Día de los
fieles difuntos', se represente en muchos teatros de España y Latinoamérica, especialmente México, el "Don Juan Tenorio" de José Zorrilla (cuyo
estreno tuvo lugar el 28 de marzo de 1844), la obra más célebre del teatro
español y un mito que ha sobrevivido el paso del tiempo y ha traspasado fronteras.
El mito de Don Juan
responde a diferentes épocas y culturas, idiosincrasias y valores típicos de
cada ambiente, lo que nos da la impresión de enfrentarnos a un personaje diferente en cada oportunidad. Si para un romántico como José Espronceda en "El
estudiante de Salamanca" (1840) significa la fuerza diabólica, destructora del
amor, para el parnasiano Théophile Gautier representa “la aspiración hacia el
ideal”, merecedor del Paraíso en vez del Infierno por haberse afanado en hallar
“el verdadero amor y la belleza absoluta”.
Aunque es
identificado con la virilidad, hay quienes lo consideran un homosexual reprimido,
al igual que la Nana de ÉmileZola, en su talante
lesbio, al intentar probar lo que no se siente mediante los impulsos
heterosexuales, por exceso. El periodista y escritor italiano Giovanni Papini
considera que las muchas mujeres en su vida no son más que la atormentada infructuosa
búsqueda del amor homoerótico. Don Juan desprecia a las mujeres que conquista,
rehúsa su intimidad. Lo único que requiere es saberse deseado.
El médico y ensayista
español Gregorio Marañón en su tesis doctoral “Don Juan. Ensayo sobre el origen
de su leyenda” sugiere el carácter homosexual de este personaje. La imagen propuesta por Marañón (personifica al conde de Villamediana, mujeriego y
libertino que solía acostarse con hombres) fue incluso llevada al lienzo por el
pintor vasco Elías Salaverría, como un hombre afeminado, cuya belleza merma su
masculinidad. Otra referencia a la homosexualidad de don Juan, registra que al
llevarse a la cama a la mujer ajena, por extensión, también estaría acostándose con el hombre burlado.
Por otra parte, se sugiere la supuesta esterilidad de don Juan, al que no se le
reconocen hijos, como muestra de su insuficiente masculinidad.
Se le tilda de egoísta, calculador, proveedor de placer,
individualista, rebelde contra el orden moral y social, filósofo, tonto,
caballero y rufián, seductor y seducido, ateo y católico, héroe y antihéroe.
Tirso de Molina
(1579-1648), seudónimo de Gabriel Téllez, dramaturgo español del Siglo de Oro
"El burlador de
Sevilla y convidado de piedra" (1627), de Tirso de Molina, es una comedia
en la que don Juan aparece formalmente por primera vez como personaje
literario, incorporando la sexualidad masculina en su tendencia instintiva a la
promiscuidad y la satisfacción instantánea del deseo, sin compromisos ni
responsabilidades.
El mito toma su forma
en la sociedad española del Renacimiento, la cual proviene de la tradición
medieval y el paganismo. El don Juan medieval tiene interés por los aspectos
morales y religiosos, mientras resalta una sensualidad subrepticia, abrigada
por la hombría, el valor y la generosidad.
Por su parte, el de
principios del siglo XVII, reemplaza la sexualidad tradicionalmente velada, para
confortar otra sin disfraces eróticos. Las primigenias leyendas medievales se refieren a un
libertino que ofende a los muertos. Si bien, las versiones españolas le añaden
el carácter galanteador o seductor que originalmente no posee.
La comedia "El
infamador", de Juan de la Cueva, fue representada por primera vez en
Sevilla, en 1581
Al Burlador de Tirso
le antecede "El Infamador" (1581), del dramaturgo y poeta Juan de la
Cueva. Se le reconoce por teorías sobre el arte de componer dramas, que
ejercieron una honda influencia en el teatro español, principalmente en la obra
de Lope de Vega. En la comedia lopiana sobresalen los galanes de capa y espada
que conquistan a las mujeres sin concentrarse específicamente en esos
menesteres. Son más bien obradores de todo tipo de desmanes. El Burlador no es
un excéntrico sino un prototipo del señorito acomodado que abusa de los
privilegios que le concede su rango social. No es aún un seductor profesional.
Disfruta más del acto de engañar que del encuentro erótico en sí.
Ni a la duquesa Isabela
ni a Doña Ana de Ulloa seduce. Penetra en sus habitaciones sin previo aviso
para abusar de ellas. Aminta y Tisbea, dos mujeres de condición humilde, son
engañadas con el soborno de una promesa matrimonial. Lo que vence el don Juan
de Tirso son obstáculos que se anteponen a la conquista. Más que la
satisfacción sexual, le complace violar las normas sociales y divinas. No es
erótico ni voluptuoso. Sus conquistas son súbitas. Con la huida, preparada de
antemano, no hay un deleite en el acto mismo sexual. El placer consiste más
bien en deshonrar a las mujeres: “Sevilla a voces me llama, / el Burlador y el
mayor / gusto que en mí puede haber / es burlar una mujer / y dejalla sin
honor”.
El don Juan tirsiano
no reflexiona sobre la trasgresión realizada. Es espontáneo en sus acciones. Al
mismo tiempo parodia los ideales prevalecientes en la literatura del Siglo de
Oro: el amor, el honor, la religión y la justicia oficial. Su
final es la muerte y la condena eterna. Prefiere gozar los deleites de la carne
y arrepentirse después, lo que explica que en su agonía solicite un sacerdote
para confesarse y salvar su alma. Tirso lo perfila hidalgo, de ánimo generoso y
noble, al extremo que arriesga su vida por salvar la de su lacayo Catalinón.
Muere por mantener su palabra ante la estatua del Comendador, pese al temor natural
que le induce Aquel que tiene la facultad de brindar y cortar el hilo terrenal de la existencia.
El madrileño Antonio
de Zamora es autor de "No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se
pague, y, Convidado de piedra" (1831)
Con el transcurso del
tiempo varía la imagen de los donjuanes literarios, se enamoran para obtener la
salvación. Esta es la principal contribución de Antonio de Zamora a principios
del siglo XVIII con "No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague, y, Convidado de piedra" (1831), recogida luego por José Zorrilla en el más popular de todos
los tenorios. La versión de Zamora es más bien una degeneración barrroca del
personaje, colmada de exageración y fuertes contrastes, multiplicando los crímenes
que preceden al arrepentimiento, y restándole los atributos nobles y atractivos
que le concediera Tirso. La pieza de Zamora, según Moratín, "...repugnará siempre al buen gusto, pero nunca dejará de agradar al pueblo".
Al salir de España,
en sus versiones francesa, italiana e inglesa, don Juan pierde su apostura de
galán irresponsable, distintivo de un desatado instinto sensual, para transformarse
en cínico e ingenioso adicto al placer como fin supremo, más hábil para expresarse que para obrar. En Italia, en 1650,
Giacinto Andrea Cicognini lo incluye en "Il Convitato di pietra", un
personaje de pantomima, mero efectivismo teatral, sin la gallardía tirsiana.
Lord Byron escribió
entre 1819 y 1824 el poema "Don Juan", a través de dieciséis cantos
épicos, donde el protagonista, una especie de trasunto del autor, no es tanto
ya el seductor como el seducido. En 1834, salió a la luz en la capital
francesa Las almas del Purgatorio, texto de Prosper Mérimée, que funde al
mítico don Juan con el histórico Miguel de Mañara (cuya vida se dice que originó también el
mito que nos ocupa). El alma del protagonista de la novela de Mérimée se libra
del infierno y alcanza la salvación.
Dos años después, Alejandro Dumas,
padre, estrenó en el parisino teatro de la Porte Saint-Martin el drama "Don
Juan de Marana o la caída de un ángel". Por su parte, Dorimon y Villiers
estrenan respectivamente, en 1658 y 1659, "Le Festin de Pierre",
confundiendo el término ‘pietra’ italiano con el nombre propio Pierre, en
francés. Se le agregan otras cualidades negativas a don Juan, entre estas,
ateísmo (durante los siglos XVI y XVII la palabra ateo significaba un insulto),
hipocresía, la traición y la cobardía. De esa manera, se desdibuja todavía más
el lado atractivo del Burlador de Tirso de Molina.
Justin Adams en
el papel principal de la adaptación de la obra de Molière, dirigida por Hal
Brooks, en el neoyorquino Teatro Pearl. Foto: Russ Rowlan
En 1665, el célebre Molière renueva el
mito en su "Dom Juan ou Le festin de Pierre", al recrearlo como un
pseudo don Juan, hipócrita y descreído, sin la gallardía ni la sensualidad del
tirsiano. Molière suplanta al resuelto protagonista de acción español por el
reflexivo francés, modulado por una intelectualidad que contrapone el carácter intrépido de su predecesor.
En la brumosa Inglaterra, nuestro personaje no tiene la misma aceptación que en Italia y Francia. No
obstante, el dramaturgo Thomas Shadwell lo inserta en su tragedia "The
libertine" (1676), pieza de escasa relevancia literaria, que exagera su
perversidad al extremo de atribuirle treinta asesinatos, un parricidio, un
incesto, sacrilegios, 6 matrimonios y 16 noviazgos en un mes. El despiadado
calavera de corte británico degüella a su padre, porque obstaculizaba su
desenfreno, asesina a don Pedro y deshonra a su hermana, y hasta perpetra una
violación sobre la tumba de su progenitor. En 1690, Johannes
Velten crea "Don Juan oder Don Pedro Totengastmahl", la
interpretación alemana del mito.
Volviendo a España, alrededor de
tres décadas atrás, en la atípica comedia de Pedro Calderón de la Barca
"No hay cosa como callar" (1638-1639), el fondo trágico, tan característico del teatro calderoniano, y no de
capa y espada como aparenta, gira en torno a la violación de una hermosa dama
en la primera jornada; las virtudes de la agraviada, doña Leonor, contraponen las vilezas de don
Juan. Sin proponérselo, el personaje principal de la acción vende el alma al
Demonio, lo que lo conduce a un casamiento infeliz.
El barítono polaco Mariusz Kwiecień
interpretando al personaje de don Giovanni de la ópera homónima de Wolfgang Amadeus Mozart
Un hálito "donjuanesco"
levita en los salones de la aristocracia del siglo XVIII. Es la época de la Ilustración, y su
imagen necesita ser reformada. El autor teatral italiano Carlo Goldoni retoma
el tema en su "Don Giovanni Tenorio ossia Il disoluto (Juan Tenorio o el libertino castigado)", 1734. La ópera de
Wolfgang Amadeus Mozart con texto de Lorenzo da Ponte, "Don
Giovanni", trae implícito el conflicto entre la nobleza y el campesinado.
La Revolución Francesa ocurrió sólo dos años después de su estreno en el Teatro
Nacional de Praga el 29 de octubre de 1787.
En el XIX, el poema sinfónico
de Richard Strauss, "Don Juan" (1888) , se erige como parte
importante del romanticismo musical. En literatura, el protagonista cobra su expresión
más sublime en la obra de Zorrilla. A pesar de conservar las dos partes
esenciales del drama de Tirso, el argumento cobra cauces diferentes: el tenorio sólo aparece en escena con una mujer (y no con cuatro), de quien, sorprendentemente, se enamora. Las apariciones de ultratumba en vez de
condenarlo catalizan su salvación. Mientras, la obra de Tirso se centra en
la burla y el castigo, la de Zorrilla evoluciona hacia la redención, mediante el amor de doña Inés.
"José Zorrilla",
obra del pintor romántico Antonio María Esquivel y Suárez de Urbina
El drama romántico de Zorrilla
coincide con el barroco de Tirso en la ruptura de las unidades clásicas de
lugar y tiempo. El desenlace del "Don Juan Tenorio" marca una
diferencia notable con el de "El Burlador", conllevando
implicaciones morales y religiosas propias del romanticismo –el lirismo e
idealismo volcado en doña Inés, que propicia el arrepentimiento del antihéroe–, mientras la representación barroca –marcada por la conciencia de una crisis sin solución–, consuma la
condenación eterna del Burlador.
El personaje protagónico de Zorrilla
se purifica bajo el influjo del amor, evoluciona hacia el arrepentimiento y la
conversión cristiana. Se siente obligado a actuar más movido por el nombre y la
fama que le acompaña, que por un impulso interior, que desaprueba su sino: "...y seré quien
siempre he sido, / no queriéndolo ahora ser".
Muchas de las metáforas zorrillescas –"Luz
de donde el sol la toma, / hermosísima paloma / privada de libertad...";
"y yo, que en medio del cráter / desamparado batallo, / suspendido en él
me hallo / entre mi tumba y mi Inés".– pertenecen al reino de la naturaleza, que abarcan un papel notable en
la poética romántica para denotar la expresión de los estados anímicos.
El paraíso edénico no nos refiere a
un lugar de pecado, como en la obra de Tirso, sino al emporio de la inocencia
perdida que don Juan procura recobrar en doña Inés. Las escenas oscuras abrigan
los valores simbólicos, el reflejo de la luna trasluce el ensueño del espíritu.
El juego de luces en la escena final hace coincidir la alborada con el momento
de la conversión de don Juan, en función de una estética romántica que armoniza
con los sentimientos elevados de los protagonistas.
La libertad y el destino son
esenciales en la obra de Zorrilla. El peso de la predestinación conspira contra
don Juan. Es el querer y no poder. Los enemigos del Burlador son el tiempo y la
muerte; el ansia del Tenorio es la transformación bajo el influjo del amor, gran
tema del movimiento romántico, cuya transcendencia emula con el honor en la
comedia del siglo XVII. El amor para Zorrilla es una fuerza oculta e
incontrolable, "incendio voraz", impulso transformador.
De Tirso a Zorrilla se evoluciona
del desengaño a una intensidad mística ideal. La ilusión y la subjetividad preponderan
en los nuevos valores románticos, superando los espejismos barrocos que
conducen a la desilusión. La doña Inés de Zorrilla es "la anhelada
ilusión" para su amado, la cual despierta lo mejor de él, y le conduce a
la verdad y a la salvación. Si en la creación barroca, la muerte sustenta el proverbio latino
"Omnes vulnerant, ultima necat (todas [las horas] hieren, la última
mata)", el idealismo romántico vence a la
muerte y al pecado.
"Don Juan Tenorio" no
disfrutó de un estreno exitoso. Sin embargo, pronto sustituyó, permaneciendo
hasta nuestros días, la obra de Antonio de Zamora "No hay plazo que no se
cumpla", que se representaba desde 1744, todos los años, en el "Día
de los fieles difuntos". Así, durante esta fecha se aprecia en toda
España y varios países de Latinoamérica este drama.
El Teatro de la
Luz Philips de la Gran Vía madrileña ha aplaudido este 2016, entre otros
momentos, la magia de una doña Inés que se eleva admirablemente en el espacio
En la Gran Vía madrileña, el clásico de Zorrilla
se ha venido representando en el Teatro de la Luz Philips por primera vez en
formato musical. Según Antonio Calvo, artífice de esta producción tipo Broadway
del siglo XXI: "La música de pronto va de estilos desde el rap, el blues o
el rock a composiciones más clásicas y orquestaciones que parecen de
película". Los efectos especiales provocan que doña Inés se eleve en el
espacio y "una combinación de esculturas de fibra de vidrio translúcidas
jueguen con la luz y el decorado, que se mueve automáticamente a través del
ordenador", indica Calvo.
Visita guiada y
teatralizada a través del tercer acto de "Don Juan Tenorio" de
Zorrilla en la necrópolis de San Fernando
En tanto, en Sevilla se han realizado hasta tres
montajes en torno a esta obra, además de una visita teatralizada al cementerio
de San Fernando. La representación del tercer acto, donde aparece el espectro
del Comendador, se ha venido llevando a cabo en la necrópolis sevillana, donde
los participantes se alumbran con candiles. El evento incluye un recorrido
cultural por el camposanto bajo el tema del amor y la muerte. Las funciones se
extenderán hasta el 26 de noviembre.
Imagen de la
película animada "El principito", dirigida por Mark Osborne, con guión
de Irena Brignull, basado en la novela homónima de Antoine de Saint-Exupéry
Por Leonardo Venta
"Sólo se conocen las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los
hombres ya no se dan tiempo para conocer nada. Compran todo hecho en las
tiendas. Pero como en las tiendas no venden amigos, los hombres ya no tienen
amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!".
Fragmento de El pequeño príncipe de Antoine de Saint-Exupéry
"Amistades que son ciertas nadie las puede turbar", expresa Miguel de Cervantes Saavedra en El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Sin embargo, ¿cuántos compartimos esa afirmación? La amistad es vaso frágil, siempre en peligro de quebrarse; puede constituir también un espejismo.
Una relación amistosa requiere entrega mutua, esfuerzo y sacrificio de las dos partes. Escuchar es uno de los mejores regalos que podemos brindarle a un amigo. Valorar las virtudes y pasar por alto los defectos es otro requerimiento para una buena amistad. La confidencialidad es menester indispensable de toda relación saludable. Debemos perseverar en cumplir nuestras promesas para fundamentar la confianza que deseamos en nuestras relaciones.
Hay muchas herramientas a nuestro alcance para cultivar una amistad. Si bien, la experiencia de perder a un amigo nos ha ocurrido a todos. Muchas veces, no están a nuestro lado en el momento difícil. En el peor de los casos, han muerto o, simplemente, han cambiado. También nosotros variamos sin darnos cuenta. ¿Alguna vez te has sentado a contar los amigos que has perdido por el mero hecho de que éstos, o tú, han cambiado? Es el caso de quien súbitamente pierde sus amigos de la taberna porque ha dejado de beber.
Gran parte de nuestros amigos de la infancia han emprendido disímiles rumbos. Puede ser que vivan en lugares distantes, que ocupen posiciones sociales diferentes, que respondan a intereses disímiles. Todo cambia: nuestras inclinaciones, anhelos, prioridades, energías, pasatiempos, gustos. Lo que nos atraía en una época, hoy puede ya no cautivarnos.
A veces, perdemos a los amigos y hasta a los familiares en competencias y altercados de diferentes índoles. Vivimos en una sociedad competitiva, en un entorno donde se nos inculca el sobresalir, el triunfar. Perdemos o ganamos amigos en este proceso, o, mirándolo desde otra perspectiva, ellos nos ganan o nos pierden.
Sin embargo, la pérdida más dura es la de un familiar. Los niños crecen juntos. Pasan los años y se separan. Lo que fuera una relación hermosa e intensa llega a perder su encanto. Si le agregamos las discrepancias, los altercados sobre propiedades o herencias, o, simplemente, los celos enfermizos, atestiguaremos cómo una armoniosa relación familiar puede transformarse en un infierno.
Mantener una amistad conlleva a veces la lucha entre los valores más elevados del hombre, el ideal iluminado, y la parte más burda de la realidad, sujeta a una sociedad donde la doble moral y la manipulación en muchos casos determinan el éxito. De esta parte retorcida, se deriva, en cierto sentido, el concepto del falso amigo, aquel o aquella que espera beneficiarse de nuestra relación económica o socialmente. Es el tipo de amigo que nos abandona cuando las cosas comienzan a marchar mal; a quien no le interesa otra cosa que aprovecharse de lo nuestro.
También perdemos seres queridos por el resentimiento. Cuando no somos amados o tratados de la manera que anhelamos, nos resentimos. Por otra parte, muchas veces tememos decirles nuestra verdad (o verdades) por el temor a que se alejen. No compartimos nuestros sufrimientos y aparentes debilidades para no ser incomprendidos y rechazados.
Se lee en el evangelio según San Juan: "Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos". Quizá nuestro afecto, y el que cuestionamos en otros, no alcance tal magnitud. De seguro, más de una vez hemos recibido lecciones por experiencias amargas. Si no fuera así, la palabra 'decepción' no apareciese en nuestros diccionarios. Sin embargo, es posible que alguna vez hayamos ignorado el apesadumbrado toque del prójimo a nuestra puerta. ¿Lo recordamos, lo admitimos? Por lo general, sólo nos percatamos de las faltas ajenas y no reconocemos las nuestras.
De la misma manera que debemos estar preparados para perdonar los errores ajenos, es nuestra obligación reconocer los nuestros y articular ese acertado ‘lo siento’, que bien puede salvar una relación vulnerada. Ya lo dijo Shakespeare: “Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba, engánchalos a tu alma con ganchos de acero”.