sábado, 30 de abril de 2016

Muy aplaudido debut de "Habana Compás Dance" en Estados Unidos



Por Leonardo Venta

    "Habana Compás Dance" arrancó fuertes aplausos, cadenciosos movimientos de hombros y pies en los asistentes (los más bailaban en su mente), así como sediciosas lágrimas en algunos rostros de los más de mil espectadores que abarrotaron la floridana Sala Ferguson del Straz Center de Tampa, en el concierto del 22 de abril de 2016 que marcó el exitoso debut en Estados Unidos de esta agrupación que nos llegara directamente desde la capital cubana.
     "Cuba, fusión y pasión", un gran espectáculo de casi dos horas de duración, transitó percusión, cantos, bailes y pantomima con aliento español y africano, creaciones del propio director musical, Eduardo Córdova, así como guaguancó, son, dengue, songo, iyesa y bolero, en explosiones de sensualidad, cadencia, alegría y pasión.
     Desde el comienzo de la velada, la audiencia no podía aguardar a que llegara el final de los números para premiar a los artistas. Aplausos cerrados, algunos con los brazos alzados, irrumpieron en varios momentos de la presentación y el público marcaba el ritmo de los coros batiendo palmas, en una atmósfera acompasadamente fraternal, que hablaba de apego e identidad compartida.
     Músicos y bailarines desperezaron toda una gama de emociones, y, sobre todo, magia. Se consumó el tan ansiado milagro escénico: la compenetración perfecta entre los artistas y los espectadores, que se integraban apasionantemente a cada resuello del espectáculo. Los músicos sacaban vida de los instrumentos, especialmente el percusionista Eduardo Córdova, al tiempo que los bailarines derrochaban sandunga caribeña, con sincronía, beldad y profesionalismo.
     Las doce bailarinas y tres bailarines, de singular atractivo físico, además de danzar interpretaron con maestría y sincronismo disímiles instrumentos de percusión, respaldados por Eduardo Córdova en las tumbas y el djembé, Liliet Rivera en el tambor de siete sonidos, Ahmed Casanova Saint-Ives al piano, Raúl Rodríguez Zamora en los drums, la flautista Sheila del Bosque, Erlán Barzaga en el bajo y el sonriente violinista Julio Valdés.
     Finalizado el concierto, más de mil personas se pusieron de pie para tributar una merecida ovación cerrada a los artistas; entre ellos me encontraba yo, con los lentes empañados por la inefable nostalgia de la patria ausente, mientras los integrantes de "Habana Compás Dance" saludaban, sin poder ocultar su satisfecha desbordante gratitud. Supe que cerradas las cortinas, los artistas se abrazaron y lloraron. No era para menos. Con un espectáculo de primera clase, un estilo muy propio, rebosante de gracia y energía, se acababan de meter a Tampa en el bolsillo.
     "Yo estoy impactada. Se rebasaron las expectativas, es decir, se sobrepasó todo lo que podíamos imaginarnos. Fue mucho más allá... ver los aplausos, las ovaciones de pie. La reacción del público ha sido maravillosa. Ha superado lo que hemos vivido en otros países", nos comentó Liliet Rivera, directora y fundadora de la compañía.
     Si bien, a Eduardo Córdova –figura clave en la fusión de la danza y la percusión en esta compañía– no le sorprendió la gran recepción de los asistentes al Straz Center. "Llevo un tiempo trabajando con el público estadounidense en Cuba. Doy conferencias en los lugares en que actúa la compañía, y he constatado la aceptación de nuestro trabajo de parte de los norteamericanos. Yo sabía que aquí se manifestaría con mayor fuerza".

3 comentarios:

  1. Me fascinó el espectáculo, una mezcla perfecta de profesionalismo, arte, música, danza, emoción, nostalgia... y sobre todo la alegría del cubano... es muy cierto, la audiencia no paraba de aplaudir.

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  2. Los cubanos pusieron al teatro en pie mas de una vez. Estuve en el show y fue todo un éxito.

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  3. Bella reseña. Asistí al espectáculo y he disfrutado mucho leerla.

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