miércoles, 1 de junio de 2016

La "Giselle" del Next Generation Ballet: un anhelo sobre puntas (y II)

                                                  Por Leonardo Venta
      
     Next Generation Ballet (NGB), del Conservatorio Patel de Tampa, estrena “Giselle” este fin de semana en la sala Ferguson del Straz Center, con tres funciones que evidencian la reputación que ha ido consolidando esta compañía de danza clásica desde su fundación hace seis años.
      La semana pasada ofrecimos información sobre el ballet en sí, prototipo de la más pura expresión de la época romántica, así como plasmamos las impresiones de Néstor García, quien desempeñará el papel de Hilarión. En la presente publicación recogemos valiosos comentarios de Ivonne Lemus, figura central de este anhelo sobre puntas, así como declaraciones de la exprimera bailarina del American Ballet Theatre Xiomara Reyes, que estuvo en Tampa, junto a su esposo Rinat Imaev, preparando a los jóvenes bailarines del Next Generation Ballet para las tres representaciones de "Giselle".
Xiomara Reyes (der.) e Ivonne Lemus, momentos antes de dirigir por primera vez juntas un ensayo de "Giselle". Reyes viajó a Tampa, con su esposo Rinat Imaev, para asesorar a los bailarines de Next Generation Ballet por una semana. Foto: Leonardo Venta
                                                                              Ivonne Lemus

¿Cómo madura la idea de montar este ballet?

Después de seis años de fundado Next Generation Ballet, era hora para uno de los clásicos más complejos y desafiantes de todos los grandes ballets. Ya habíamos enfrentado retos como el montaje de “Sueño de una noche de verano”, "El lago de los cisnes", "La cenicienta", "La bella durmiente", " Coppélia ", y hemos querido llegar más lejos con la presente producción.
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¿Cuál fue el primer paso para concretar este proyecto?

La idea parte de la visión que tengo de la versión de "Giselle" realizada por el Ballet Nacional de Cuba. El nuevo director artístico de NGB, Philip Neal, me preguntó si yo estaba lista para montar la obra completa. Le respondí  que implicaría un gran esfuerzo. Sin embargo, acepté el reto. El ballet master Julio Montano forma también parte de este proyecto, y su labor con los hombres ha sido muy importante.

¿Qué caracteriza al montaje que tú has realizado?

Trato de crear toda una atmósfera en que los bailarines se sientan confortables técnica e interpretativamente dentro de los parámetros estéticos del romanticismo. Procuro mantener el estilo lo más romántico posible. Hice un trabajo de lectura con los bailarines. Todas las semanas nos sentábamos y analizábamos el libreto. Yo aprendí con Alicia Alonso [considerada una de las intérpretes más destacadas de esta obra] que el espectador cada vez que viene a ver una representación de "Giselle" tiene que encontrar algo nuevo. Tiene que haber una conversación romántica con la técnica, el estilo y la pantomima, que es tan importante.

¿Que duración tiene el ballet?

Dos horas. Es un ballet en dos actos.
 
¿Cuántas funciones habrá?

Hay tres funciones programadas en la Sala Ferguson del Straz Center: una este viernes, 6 de mayo, a las 7 p.m.,  y dos el sábado 8, a las 2 y a las 7 p.m. 

¿Quiénes bailan?

Ellie Borick interpreta el personaje de Giselle este viernes, Florrie Geller lo baila la matinée del sábado y  Julia Meister lo representará el sábado por la noche. Dominiq Luckie será Albrecht en las dos funciones nocturnas, y  Dylan Mc Intyre el sábado a las dos de la tarde. Juliette Jones (las veladas del viernes y el sábado) y Savannah Payne (el sábado por la tarde) interpretarán el papel de la Reina de las Willis. En las tres funciones actuarán Néstor García como Hilarión, Svetlana Datseva en el personaje de la madre de Giselle. Matthew Belopavlovich encarnará al duque de Courtland.

¿Te sientes satisfecha con la manera en que han respondido las bailarinas y los bailarines?

Ha sido un trabajo difícil, un gran reto, pero estoy contenta.  Hoy mismo ensayamos el ballet completo y todos hemos quedado muy satisfechos. Next Generation Ballet ha sido un reto detrás del otro, y "Giselle" es lo máximo para mí  como coreógrafa y la compañía en general.

¿Algunas particularidades técnicas en este montaje?

Por ejemplo, en la "salida de la tumba" de Giselle, las bailarinas se suben a la punta después de las vueltas en attitude, algo que primeras bailarinas de grandes compañías no hacen.

¿Cómo nace la idea de invitar a Xiomara Reyes para entrenar a los bailarines que participarán en esta producción?

Philip Neal me preguntó si yo estaba de acuerdo en invitar a Xiomara. A mi la idea me pareció excelente. Sinceramente, he estado impartiendo mis clases diarias en el Conservatorio Patel;   al mismo tiempo he estado  entrenando a los bailarines para presentarse en el Youth America Grand Prix (YAGP), he tenido que montar "Giselle" y editar la música de este ballet.

¿Cuál ha sido el aporte de Xiomara Reyes y su esposo Rinat Imaev a la preparación de este ballet?

Yo respeto a Xiomara Reyes porque ha sido una gran bailarina. Ella se retiró del American Ballet Theatre (ABT) el año pasado con el personaje de Giselle. He recibido sus sugerencias con agrado. Desde el primer momento le dije: "Xiomarita, lo que tú me digas yo lo voy a hacer". Su esposo, Rinat, un gran maestro de la danza clásica, se impresionó con nuestro trabajo, y nos ofreció una ayuda profesional muy valiosa.

¿Cómo se siente Ivonne Lemus ante una Giselle idealmente romántica en contraste con otras versiones más actuales menos sujetas al modelo tradicional, al que algunos tildan de anticuado?

Es un problema de percepción. Hay diferentes gustos. Existe una percepción de que la versión cubana es anticuada. Sin embargo, le gusta a los espectadores. Los transporta al período en que fue creado el ballet.

 ¿Qué significa este proyecto para ti?

 Estamos muy emocionados. Montar este ballet para mí ha sido en parte recordar a Josefina Méndez [considerada una de las cuatro joyas del Ballet Nacional de Cuba por el crítico británico Arnold Haskell]. Ella fue mi maestra. Nos enseñó desde cómo peinarnos, maquillarnos, todo en el ballet. Nos enseñó a involucrar todos los movimientos del cuerpo de baile a la escena de la locura de Giselle, algo que he puesto en función en este proyecto.


De izq. a der.: Philip Neal, director artístico de Next Generation Ballet, Xiomara Reyes e Ivonne Lemus, imparten instrucciones a los jóvenes bailarines que debutan en los papeles protagónicos.. Foto: Leonardo  Venta
                                                                          Xiomara Reyes

¿Cómo nace la idea de venir a Tampa, junto a tu esposo Rinat Imaev, con el propósito de asesorar el montaje de "Giselle"?

 Philip Neal, que nos conoce, y sabe que yo he bailado mucho "Giselle", quiso que yo viniera a ensayar con los muchachos porque sabe lo difícil que es el personaje y la historia. Él quería un profesional que los ayudara con eso.

¿Cuánto tiempo estuviste en Tampa?

Una semana solamente.

¿Que impresión te pudiste llevar sobre la preparación del ballet?

Es un ballet extremadamente difícil. Espero que los muchachos hayan sacado el máximo de nuestro entrenamiento. La preparación estuvo muy bien. Ivonne Lemus ha hecho un buen trabajo. Sin embargo, siempre hay detalles que, cuando uno ha bailado tanto el personaje, te ofrecen un dominio natural del mismo.  Y eso sí viene con la experiencia de haberlo interpretado.

Con respecto a Giselle, entiendo que existen diferentes opiniones sobre cómo debe interpretarse este personaje.  Según la percepción de Xiomara Reyes, ¿hay una alguna diferencia entre la manera en que concibes a la heroína y la versión del Ballet Nacional de Cuba, tildada de obsoleta por ciertos críticos de la danza clásica? 
 
De este lado del río, las cosas se alargan más para dar la impresión del espíritu. En Cuba se hace más hincapié en la litografía romántica; en general se trata de copiar esas posiciones, los coditos hacia abajo, las manitas un poquito partidas, a la usanza de las litografías de la Taglioni [la figura cardinal del advenimiento del ballet romántico en el siglo XIX]. Tratan de reproducir físicamente ese tipo de ambiente. En la manera que yo me acerco al personaje, y en general se baila fuera de Cuba, es un poco más alargada. Se pasa por esas posiciones, pero no se delimitan, es como estimular la fluidez del espíritu. Yo lo vi bailar en Cuba también. Claro, es difícil establecer un juicio cuando uno está creciendo y no ha visto otra cosa. Yo me recuerdo de haberlo percibido muy etéreo por los bailarines que lo habían hecho. Ya después, cuando lo he visto, me ha parecido más estático.

¿Cuáles son tus pronósticos para este estreno? ¿Crees que son demasiado jóvenes los bailarines para interpretar un ballet tan complejo como "Giselle"?

No es que sean demasiado jóvenes para bailarlo. Son demasiado jóvenes para los estándares que yo tengo de "Giselle". Sin embargo, es una experiencia increíble. El haber traído una bailarina principal a explicarles la historia del ballet, habla muy bien de la escuela, del interés que tienen los maestros y la dirección de hacer las cosas bien hechas. Les dimos lo mejor que teníamos. Ellos estaban muy contentos y agradecidos. Estoy segura de que van a hacer un trabajo muy bonito. Les deseo sinceramente todo lo mejor. El hecho de tener esa  experiencia, a alguien contándoles la historia, explicándosela de la manera en que yo y Rinat lo hicimos es una ganancia.

¿Piensas volver a Tampa?

Sí, si ellos me invitan y yo tengo tiempo, para mí sería un placer.  

¿Planes?

Por el momento, estoy enseñando en muchos lugares, bailando aquí y allá un poquito, sobre todo enseñando y ejerciendo como jurado en competiciones de ballet, como lo hago en este momento en el  Youth America Grand Prix, en Nueva York.

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